-Tomó lugar al lado de el, más cuestionando siempre esa definición de "paz" Su aldea está militarizada y es una potente fortaleza, pero los enemigos que destruyen la paz son siempre, los ninjas que están más cerca de ellos.-
No la podemos sostener, ni la podemos defender, a menos que abandonemos nuestros sentimientos, humanidad. Si intentas protegerme, eso te hará débil a los enemigo, no es aconsejable.
Recuerda que un día fui secuestrada para debilitar a AKA, no cometamos el mismo error. -Sujetó su mano por instinto.-
La paz? Existirá esa paz....? Es de algo que no podemos estar seguros más si desapareces no me importará nada más que hacer lo mismo... Mi razón? Es estar a tu lado... Buscar la preciada paz a nuestro sentido bajo este poder.... Sólo no sería capaz de mucho... juntos podemos conseguir esa luz.
** Se desligo de aquel abrazo para tomarla de la mano y pasar a esa estructura más no bajaría su Guardia tenía muchas cosas en su cabeza y el haría lo que fuese por proteger su preciada Ángel, todo estaría corrompido pero no podia dejar que la hermosura de ella se dañara.
Camino con la ajena hacia una mesita y cojines para invitarla sentarse a su lado**
-Esas palabras pegaron en sus oídos, en su pecho vibró también el labio inferior, e hizo caer esos párpados mientras apartaba la extensión de sus rosados, soltando esa antepalma, está nerviosa, pues se ha identificado su razón como una arrebatada razón independiente,. De pronto lo notas muy cerca ¿que piensa hacer? El abrazo la congela y más esa "unificación" que la ha contaminado de el.-
Yo. . . he intentado que ambos viéramos la luz, esa luz de ha escapado, y sufrimos muchos altibajos, cada vez que me he ido tu razón también lo ha hecho. Me he rebelado contra ti en varias ocasiones y no hemos podido llegar a la paz entre ambos, a veces creo que tú no quieres paz, tu dominio es demasiado intenso, escapa de ti. .
La aldea, aún está bajo nuestro poder pero . . .si ambos desaparecieramos tendría que haber un sucesor, un Uzumaki.
** Al rol detenerse este lo haría igual sorprendiendose por el acto ajeno, no lo esperaba sujeto la mano de ella con total calma para luego acariciar sus mejillas y buscar con sus belfos esos plexos que a él tanto adoraba unificarse, fue tan gentil en su acto que la envolvió en sus brazos**
_ te suplico veas conmigo todo ese recorrido y dime quien a Estado siempre conmigo llevandome por el mejor camino sin que me desvíe.... Eres tu mi ángel y te soy Franco al decirte que no me importa desaparecer a tu lado.... Porque si toda esa aldea te importa no tomarias esta decisión que recorre tu mente te untarias a mi y juntos luchariamos por tus ideales_
-Desde su perspectiva el rinnegan no puede caer, si cae no habra nada que proteja su tan preciada aldea, esta limita con países exageradamente amplios y fuertes, necesitan un arma para acabar con los huérfanos de la guerra, entonces la susodicha se detiene antes de entrar a la estructura de antaño.
Toma la diestra de el y besa el dorso de esa mano ajena, apoyando los bellos belfos, esos plexos que adornan su cara.- Te pido que eso no, la historia se repetiría, no es necesario -No sabe si arrodillarse para que el respete la integridad de esos mortales orbes celestiales.-
Te suplico que recuerdes el pasado, que viajes por el tiempo y veas la atrocidad ya hace tanto tiempo.
** Nagato tomó aquella mano para levantarse cuán ergido podía, su facez sobreprotectora aun no desaparecía, tendría que elaborar un plan para sacarla de ese trance, acaso aquellos Uchihas habían tenido algo que ver para impulsarla? No, no podría ser y si fuese así ya estarían ambos fuertos. Pensaba en todo más la mano de ella nunca la soltaria se mantendría muy pero muy cerca de su amada.
Entonces Nagato vio dos senderos uno tomaba hacia aquella cabaña donde sus actos precaminosos y deseosos siempre fluyeron, pero entonces la miro a los ojos cuya mirada deseaba entender.
Suspiró hasta el punto de cruzar hacia el otro camino, cuya vía llevaba hacia aquella edificación que los resguardo cuando eran tan sólo unos niños y su maestro Jiraiya los adiestro, sólo eran ellos dos en camino oscuros hacia su preferida calma y aun así el sentía tan completo teniendola consigo**
_ No mi querida Angel no somos demonios... Si llegas a desaparecer te juro todo caera y lo que tanto has cuidado
-Revela parte de su lado vulnerable, esa mujer es incorregible. Por más que trate de ser dura o inexpugnable aún se quiebra por este tipo de situaciones. Se talló los ojos difuminando el oscurantismo de los párpados por toda la impecable lozanía de su piel, se puso en pie y le ofreció la mano para yacer en ese lugar como rito cuando apenas le conocía, ir exactamente a un espacio que empeoraba su situación emocional.-
Mh, vamos entonces.
-Le condujo a pesar que no conocía del todo bien el camino y de hecho por la oscuridad se hacía más complejo.-
Pain, eres un hombre de determinación inquebrantable, el dolor te ha pulido demasiado bien, destruir al hombre que eres o al tesoro que son tus ojos es un pecado que solo cometerían demonios. . . nosotros. . no somos eso ¿verdad?
Vamos al lugar donde siempre puedo sentirte mía, hablo de la cabaña....
** Le miro con modestia de aquello que decía pues no dejaría todo aquello pasará, pensar en una cena o cosas ilustres en ese momento no le apetecía, acaso era idiota en hacer todo y estar como si nada? Nagato pensaba que tenía que acabar todo eso. Tal vez dar ese gusto que ella deseaba, o tan sólo impedirlo pero no la soltaba por nada del mundo.
Si ella desaparecía el haría lo mismo ya que no tendría nada porque estar de pie, su familia era ella, si vida, su hogar aun lo localizaba junto a la kunoichi y el Uzumaki pensaba en todo eso.
Más sabía ella deseaba irse a otros lugares en otros modelos sensoriales espiritules, sólo decidía que hacer más quería estar siempre al lado de la persona cuya vida decidió entregar**
-Respira, se había precipitado a alzar el dedo índice y medio, confeccionando la rectitud de un sello de activación para sus bombas de papel, más se acordó que esto no terminaba. Caía la noche y ella le prometió pasar esta fase oscura a su lado. Más a pesar de eso se notaban aún las frescas lágrimas que terminaban de bañar sus ingenuos iries, llenos y provistos de resolución.-
Aún hay tiempo. -Recobró la cordura y acarició esas mejillas de el, besó tanto su frente como mentón.- ¿te gustaría cenar o hacer algo más? Esas explosiones deben esperar un poco más, entonces. . . tranquilo.
