[+] De haber sabido que se las ingeniaría en lo mas mínimo la hubiera detenido, fue un completo tonto al no darse cuenta de la artimaña, las raíces se cuelan en sus ojos intentando alcanzar el lóbulo de su ojo, hasta que deja caer el cuerpo por completo de la ajena al suelo.

El veneno se correo mas por el azabache mientras que las punzadas ahora iban desde sus nervios; el cerebro, intenta mantenerse erguido pero es imposible, este cae adelante conforme recarga sus hombros en la superficie de la madera.

━ ¡Maldita sea! ¡Hija de perra, no te saldras con...!

Sin poder terminar y casi sin habla se retuerce ahora impulsándose para atrás; recostandose de espaldas al suelo, comienza a escuchar chillidos que impregnaban su mente con el dolor mientras que comienza a quejarse del dolor hasta tomarse del cuello. No tardo en pasar dos minutos antes que sus lobulos perdieran color y se quedara inconsciente.