— No mienta. Además no lo estoy despreciando, solo no quiero hacer esto ahora, no así. . . — Menciono el azul, con su ahora ropa más floja.

Pero había detenido las manos del peliazul, las cuales se movieron pero solo para hacerlo caer al suelo, donde solto un quejido, había caído en su cola, y era parte de si, la sentía muy real. Y en ese transcurso el azul se coloco encima de él, con toda esa superioridad, realmente se sentía como si estuviera siendo cazado.

— No, no, n- — Se interrumpio al sentir la humeda lengua de su pareja en su cuello. — Capitán, debería. . . estar ayudandome a revertir esto, no haciendo. . . algo así. — Decía entre cortado, queriendose desafanar del mayor, empujandolo nuevamente del pecho con intentos nulos.