Qué lindo que era ese gatito que estaba entre sus brazos. No podía evitar desear tocarlo por eso una de sus manos que estaba acariciando su pecho se fue a deslizar hacía su cadera levantando un poco está misma para ahora hacer que ambas entre piernas rosarán con más impacto.

-Hmm~ dices eso, pero puedo sentir, como te derrites, Fushimi-kun. -dijo de forma pausado contra sus labios, los cuales lamió y mordió suavemente para re afirmar aquellos como suyos al volver a besarlo con esa intensa pasión.

(Aquí te dejo la opción de hacerlo por privado y retomando en otra ocasión XD para que no se aire en publico la pasión de estos dos :v)

Se habían apegado aun más que antes, pese a que deseaba alejarse, le era imposible, no podía dar por termino aquel beso, el cual simplemente se volvió aun más intenso, donde sus lenguas jugueteaban dentro de la boca del otro, sus fluidos se deslizaban por sus comisuras, sónidos al igual que suspiros provenian de sus bocas, al realizar tales besos.

Para el azabache, se volvía difícil detenerlo, sus manos, solo se coloraron encima de las ajenas, mientras estas estimulaban sus pezones, haciendolo agachar un poco su rostro, por la sensación que le provocaba.

— Uhmm, no diga. . . tonterias. — Dijo con apego contra sus labios. — No lo haré, hombre pervertido. — Gruño, para pronto sentir el apego de sus intimidades, un sonrojo, se hizo visible al sentir, como había un bulto entre sus piernas, el suyo desde luego también había crecido. Que tuvieran esa clase de roces, aun con sus ropas, lo hacía jadear una que otra vez.

Le parecía tan lindo aún de mal humor, pero esa forma de revelarse era extraña, hasta ahora no lo había hecho, tal vez se debía a esas orejas y cola que se había vuelto más arisco.
De igual forma no es como si el rey azul iba a detenerse, al contrario, el deseo de amar a su pareja se volvía el doble. El beso comenzaba a ser más apasionado, enredaba su lengua con la del otro, la producción de saliva comenzaba a aumentar, los suspiros del rey azul se dejaban notar. Y claro, su anterior objetivo no había cambiado, llego a sus pezones y al hacerlo los masajeo con las yemas de sus dedos aplastando de vez en cuando estos y estirándolos.

-Hmm~ Muestrame tu verdadera naturaleza, Fushimi-kun... aquella que desea que lo posea de una forma insana~ - ¿quien diría que el rey azul pudiera decir palabras tan atrevidas?.
Todo su cuerpo estaba en acción en ese momento y claro sus caderas también se atrevieron a apegarse más contra las del otro mostrando que había crecido cierta parte del capitán.

— No, no quiero. — Respondió entre dientes tratando de controlar su cuerpo, soltando un jadeo con la boca cerrada ante la succión en su cuello.

— No es cierto. — Renegó el otro, manteniendo una mano en el pecho del otro mientras la otra la mantenía como puño por encima de su mejilla. Pero sintió pronto esas manos deslizarse por debajo de sus muslos, apretandolos con suavidad pero provocativa.

— Tch, maldición, ni lo sueñe. — Se nego rotundamente a hacer lo que el otro decía, aunque claro, eso no dependía del todo de él. Y así sus labios fueron proclamados, haciendo el azabache una serie de ruidos para que este se detuviera y poso ambas manos en su pecho pero estas se movieron al propio al sentir las ajenas colarse por su ropa en un impedimento de que lograran su cometido.

Ver que seguía resistiendo solo hacía que el de ojos violáceos se sintiera más entusiasta.

-¿Seguro que no quieres?~ -dijo contra su cuello para luego succionar y dejar una marca roja en este.

-Tu cuerpo esta reaccionando~ - dijo el peliazul para entonces recorrer sus isquiotibiales de arriba a bajo, llegando, una vez más, a sus glúteos que serían apretados de una forma atrevida con ambas manos.

-Por supuesto que te ayudaré, Fushimi-kun, luego de hacerte maullar mi nombre~ -Si, eso mismo, se lo comería y sin miramientos.
Sus labios se despegaron de su cuello para poder ir en busca de los ajenos, sus besos iban con gran profundidad queriendo robar el aire de los pulmones ajenos. En ese momento las manos del rey se movieron de esa zona baja para ir a acariciar poder debajo del pecho ajeno yendo en busca de sus pezones.

— No mienta. Además no lo estoy despreciando, solo no quiero hacer esto ahora, no así. . . — Menciono el azul, con su ahora ropa más floja.

Pero había detenido las manos del peliazul, las cuales se movieron pero solo para hacerlo caer al suelo, donde solto un quejido, había caído en su cola, y era parte de si, la sentía muy real. Y en ese transcurso el azul se coloco encima de él, con toda esa superioridad, realmente se sentía como si estuviera siendo cazado.

— No, no, n- — Se interrumpio al sentir la humeda lengua de su pareja en su cuello. — Capitán, debería. . . estar ayudandome a revertir esto, no haciendo. . . algo así. — Decía entre cortado, queriendose desafanar del mayor, empujandolo nuevamente del pecho con intentos nulos.

Era divertido ver como su prometido estaba luchando por escaparse de entre sus brazos, cosa que iba a ser algo imposible, no se lo iba a permitir.
El rey azul rió contra su pecho sintiendo las manos del pelinegro en su pecho.

-Oya oya~ haces que me sienta triste si me desprecias de esa manera~ - dijo de forma juguetona, casi había logrado desabrochar su chaleco, su uniforme lo había logrado desabrochar con gran habilidad, al parecer el peliazul era bueno con sus labios.
Sus manos fueron apartadas pero el peliazul tomo las piernas del otro con habilidad para ahora caer con él al suelo. No perdió tiempo y se acomodo sobre el otro, acorralando así a su victima.

-Claro que lo pienso~ voy a darte mucho amor Fushimi-kun~ <3 - se acerco a pasar su lengua por su cuello.

Al ser tocado de esa manera hizo el sonrojo más evidente en sus mejillas, con solo ser tocado en sus gluteos, repartía sensaciones en su cuerpo.

— Tch, amo pervertido. No quiero su cariño en este estado. — Menciono con el ceño fruncido, par ahora tomar las manos que estaban detrás suyo.
Pero esta vez vio como se acercaba así desabotonando su camisa.

— Ni lo piense. — Dijo manteniendo sus orejas en alto, para esta vez ver con firmeza a su pareja, para tratar de alejarse de él.

-Oya oya~ ¿Por qué no?, te ves encantador, Fushimi-kun~ - dijo sonriendo para acercarse a él nuevamente y está vez tomar con ambas manos sus nalgas acariciando estás descaradamente.

-¿no te gusta que tu dueño te de cariño?~ - estaba haciendo referencia a la cola y a las orejas que él poseía en ese momento, sin dudas dejaba en claro a que se refería, y estaba más que divertido al respecto.
Volvió a acercarse pero está vez a su pecho con los labios para desabotonar con estos su uniforme.

— Tenemos un concepto diferente de lo que son las piernas y muslos, Capitán. . . — Al sentir ese apretón en su trasero, su cuerpo se erizo, al igual que la ahora cola y orejas que tenía. Pero no acabo ahí, pues sintió aquella mordida en su cuello.

— Tch, no haga eso. — Dijo tratando de alejar al mayor, poniendo las manos en su pecho.