— Callum... — Tras pronunciar su nombre guardó silencio por un momento, no entendía muy bien pero resultaba realmente complicado hablar de 'ese' día. Respiró profundamente y después cerró sus ojos, debía hacerlo, no podían postergar mas y mas aquella charla, sabía cuanto daño le había hecho a Callum y eso era algo que jamás podría perdonarse. — Tome una decisión equivocada, deseaba protegerte, quería ir tras su pista y aún así... — ¿Realmente todo había sido en vano?. Busco su mano con la propia, buscó su mirada y exhaló lentamente, como si eso le ayudara a tomar valor. — Lo siento Callum, en verdad lamento haberme ido de esa manera... —
Sus palabras provocaron de nuevo esa extraña sensación de tener el estómago vacío. No sabía por dónde empezar a decirle lo mucho que la había echado de menos, y para una salida más sencilla, simplemente no lo hacía, porque no importaba cuántos años habían pasado, aún era complicado hablar de cosas complicadas. —Me habría gustado que consiguieras lo que querías...— Dio una última mirada a su dibujo sin terminar, y cerró el cuaderno, haciéndolo a un lado. —Se que es importante para ti.— Tan importante que estaba seguro, se marcharía de nuevo ante la mínima pista del mago oscuro.
Estaba por replicar pero el príncipe decidió adelantarse a su petición con aquel toque de su dedo índice. La elfa por su parte volvió la vista al cielo y respiró profundamente. — Al final todo aquello que perseguí, me trajo de vuelta a ti. — su expresión se volvió más seria.
—Hay momentos que vale la pena inmortalizar. No te muevas.— Alcanza con el índice su mejilla, indicándole que devuelva la vista arriba, como estaba hace un momento. Aún era extraño, después de tanto tiempo, que ella estuviera de regreso, pero al mismo tiempo era una emoción que solo podía controlar concentrandose en las cosas más simples, como sus dibujos.
Un campamento improvisado como siempre sería el refugio para pasar aquella noche. Rayla se perdió por un momento mirando las estrellas hasta que el familiar sonido del grafito sobre el papel le hizo mirar a Callum. — Veo que no pierdes la costumbre...—
