Aquel instante oportuno pasó de ser una simple coincidencia a convertirse en el anhelo de dos almas enamoradas, siendo las frases dictadas por la melodiosa voz de la italiana, las que ahora reafirman la realidad que sienten en su interior cada uno. Sonriente, apega un tanto más su rostro al de su contraria, aprovechando la cercanía que le obsequia aquel cálido abrazo, llegando a juntar ambas frentes en el trayecto, incluso a rozar las puntas de sus narices en un tierno que va acompañado de miradas empalagosas.
─ Te amo Bria, y eso jamás lo voy a negar. Al contrario amor... cada día me voy a encargar de encontrar una forma linda de demostrarte lo intenso de ese cariño ¿y por qué no? También maneras únicas de enamorar mucho más ese dulce corazoncito ─
No tardó nada en estar rodeada por sus brazos y en consecuencia la cercanía los hizo volver el momento más íntimo. —Siempre he tenido la seguridad y certeza de mi lugar pero... no es una práctica del todo correcta... yo... a mi me gusta escucharte Aitor, como tienes esa facilidad y sinceridad para expresar lo que sientes por mi, eso me inspira amore, no sabes cuanto...
─ ¡Ven aquí tontita!... ─ tomó su mano en un descuido, con sutileza y una muy clara muestra de habilidad en su acción fue capaz de atraer el cuerpo de su pareja hasta él, rodeándola con ambos brazos, acortando así mucho más esa distancia. ─ ¿Aún dudas de mí? Sabes que te amo y ese sentimiento no es algo pasajero... te tengo presente en cada momento del día, eres tú la chica que me hace suspirar a cada segundo, amo todo de ti cariño, incluso ese carácter duro que posees; prometí caminar a tu lado hasta el final de los tiempos, y así será al menos hasta que tú lo desees... ─ aquel abrazo se mantuvo mientras sus palabras fluían y su mirada daba fe de credibilidad, pues no se alejó en ningún instante de los ojos ajenos.
─ Jajaja... veo que vienes animada cariño. La verdad solo hice una corta pausa en el trabajo para respirar y esperar tu llegada, necesitaba escuchar tu voz... unas horas son más que suficientes para extrañarte.
