—No será así porque sólo he bebido un shot y con este próximo serían dos además te recuerdo que amablemente te encargaste personalmente de supervisar que mi mini bar estuviera repleto de agua y agua burbujeante. — Le picó la mejilla ante esa última revelación. —Así que me lo debes. . . — Le recordó junto con otro beso en el mismo sitio.

Trató de contener un poco la risa, sin embargo aquel tono suave y dulce que recita la corta frase, lo saca de concentración, siendo su beso el que termina robándole la sonrisa.
─ Eso debe ser considerado como trampa Bria.
Si te permito una copa más, debo mentalizarme, pues terminaré conduciendo a casa cómo todas las veces anteriores.

Aprovechando su postura vulnerable se deslizó por su espalda en un movimiento grácil. Recargó su mejilla sobre su hombro y sus brazos envolvieron su cuello con un agarre sencillo.
—Sólo uno Pikachú. . . ¿Si? — Le imprimió un beso sobre la mejilla que tenía a centímetros.

─ A diferencia de ti... no! Solo yo puedo ganar esas batallas, pero puedes intentarlo. Te recomiendo ir por el agua y evitar el esfuerzo.

—¿Eres sobornable? Sólo necesito un pequeño trago más de vodka y ya. . .

─ Aún así, debes resistir la tentación, eso es lo que hace un buen conductor. Jajaja! No más tragos para Bria esta noche, hay agua mineral si sientes la garganta muy seca.

—Era, tú lo has dicho JAJAJAJA.
Yo puedo conducir sin problemas además es mi primer trago, descuida.

─ ¡Oye, eso era mío!
Además, eres tú quién no debe beber esta noche ¿o ya lo olvidaste?
Prometiste conducir de vuelta a casa.

—¡Hey! Los chicos bonitos no toman en exceso. . . — Pasó caminando frente a su víctima y al vuelo le retiró la bebida embriagante para ponerle fin ella misma.
—Mucho mejor. . .