—Eres un encanto de hombre, si. — Arrugó la nariz y le mandó un beso. Movió su cabeza de un costado al otro, preparándose para la masacre.

─ Es una orden entonces, ahí estaré listo para llevarte a casa. Ahora ve y da lo mejor de ti.

—Transporte porque aún no me acostumbro al dolor. . .

─ Jajaja ¿vas a solicitar servicio de transporte o crees poder llegar a casa sin desplomarte a mitad de trayecto?

—Así es. . . — Exclamó con dolor. —Debo hacer la rutina de pierna 3 veces por semana. . .

─ ¡Bien! Confío en ti, te enviaré un mensaje para saber cómo va todo con tu rutina ¿hoy harás piernas nuevamente?

—Estaré lista, no te preocupes ♡

─ Creo que puedo sobrevivir ¿pero tú estarás bien?

—A esa hora voy regresando del gimnasio, descuida. Lo importante es que mi paciente esté bien ♡

─ ¡Claro! eso funcionará, lo voy a tener en mente por si tengo alguna otra duda, prometí no darte trabajo extra y creo que lo estoy haciendo fatal, lo siento.