Escuchaba con atención mientras movía su cabeza de un lado a otro y tarareaba en tono bajo una canción, al percibir la pregunta, esbozó una gran sonrisa y asintió varias veces seguidas.

― Sí, sí, sí. Addy conoce muchas cosas y Adhara también. ¿Y qué piensa Adhara de ti? Bueno... Hueles bien, tienes un semblante tranquilo pero...

De pronto la mirada dulce y agradable de Adhara se convirtió en una afilada, fría y maquiavélica que era acompañada por una sonrisa retorcida.

― ... Pero eres un decertor y tengo que hacer que vuelvas a casa, onii-chan.

La última frase la dijo en un tono dulce e infantil que no quedaba en nada con su semblante. De entre sus cabellos salieron un montón de ramas y lianas que se alzaron por los cielos, amenazantes, parecía que en cualquier momento atacaría o quizás... No. Respiraba agitada, estaba emocionada por sacar lo que ya de por si le aplastaba el pecho, dejaba entrever que le fastidiaba fingir inocencia, cuando