~×Había estado en un enfrentamiento contra un grupo de lo que había quedado de las olas antes de que su amo regresara a su mundo, aquel día en un momento de distracción uno de los ataques fue certero y la hizo perder el conocimiento hasta ese momento que había sido llevada a ese sitio desconocido, había abierto sus ojos y parpadeo un par de veces tratando de acostumbrar su vista rosácea a la luz y a su alrededor observó el techo y las paredes hasta que una voz le atrajo la atención

-Na...Nani?, Ta...taberna alas de plata?-

Repitió para si misma en voz baja observando a su anfitrión que parecía ser quien la había curado, por inercia al sentir algo en su frente no pudo evitar elevar su mano y tocar que tenía la cabeza vendada, frunciendo levemente en ceño que le causaba aún la herida de combate...

-ite...-

×~

— Ya decía yo que reconocía ese rostro.... durante tu último trabajo te esforzaste demasiado y algunos aventureros te trajeron...
Tenía algunas pociones y remedios, solo debes descansar unos cuantos días antes de volver a trabajar.

Por otro lado, bienvenida de nuevo a la taberna Alas de Plata! —