De no ser porque aun temía por su vida, se hubiera acercado a comprobar el estado de su esposo, pero preferia estar alejado de el en ese momento hasta que se recuperara, haciendolo luego de un rato en lo que el dragon tragaba en seco.
- Esta bien...
Se pone en pie recogiendo sus ropas, acomodandose estas antes de pasar a retirarse tan pronto como podia sin llegar a correr, definitivamente algo estaba mal con su esposo pero preferia no preguntarle.
¡Arghhhh! - El emperador sentía como centenares de flamas de fuego ardiente le quemaban la piel, como si sufriera un infernal castigo de lo más indescriptible y ruín. Todo aquello había sido causado por el cúmulo de cólera emocional que el dragón acuático le hizo experimentar. Poco a poco intentó calmarse y mientras ocurría esto, las "llamas" en su interior disminuían en intensidad, hasta cesar ese martirio para él. -
- Ranshao jadeaba y tenía todo el cuerpo empapado en sudor. Sin embargo, no habían cicatrices ni muestras visibles de que había sufrido una tortura llameante. No se atrevió a ver al joven príncipe, pero si logró gesticular una frase imperativa en su voz. - La...Largo de mi vista...¡Sal de aquí! - Le ordenó entre dientes, pero claro en su entonación
SW-User
-Si puedo lo hare, no quiero estar mas contigo.
Se comienza a arrastrar por el suelo para alejarse de su esposo, su transformacion haciendose cada vez mas notable, sus garras comenzando a salir y sus manos preparandose para defenderle y ponerse en el medio en cualquier momento. Pero en el momento en que cierra los ojos pone su mano entremedias, escuchando pronto lo frustrado de Ranshao.
- Eh?
Pregunta confundido completamente, abriendo los ojos para ver la espada desaparecer. Traga en seco pero ve sus nuevas intenciones, lanzandose como puede hacia atras para salir del rango de las manos ajenas.
- No me mates!
Chilla el dragon pero se detiene al escuchar al contrario quejarse, aun manteniendose a una distancia prudencial
¿Qué? ¿Acaso piensas escapar, estúpido? - Preguntó con burla en sus palabras, al notar la semi transformación de Meiren en su rostro. - Yo puedo hacer contigo lo que me dá la gana. Me tienes harto. Deshacerme de tí facilitará mucho las cosas... - Dio unos pocos pasos para acercarse a Meiren, sin descender su espada la cual aún mantuvo erguida con intenciones de asesinarle. -
- No obstante, la espada de Ranshao desapareció de su mano en un parpadeo. Perplejo, el emperador intentó nuevamente invocar aquella arma, pero fue inútil. De hecho, intentó al menos hacer aparecer las cintas llameantes y estas tampoco aparecieron. -
¡MALDICIÓN! ¡¿QUÉ ES LO QUE ESTÁ PASANDO?! - Chilló el monarca sumamente enfurecido. Miró con odio a Meiren y trató de abalanzarse sobre él, para asesinarle con sus propias manos. Sin embargo, Ranshao cayó al suelo, retorciéndose de dolor. - ¡Argh!
SW-User
Que estas haciendo... -Pregunta confundido al inicio por las palabras de su esposo, pero al ver aquella espada ahora en su mano pierde todo el color de su rostro, el miedo reflejandose en este, en sus mejillas comenzando a salir la sombra de sus escamas de dragon- No... este no fue el trato Ranshao... estoy contigo para que dejes a mi tribu en paz, no puedes matarme, no asi! -el nerviosismo se veia en su rostro y se sentia en su voz-
Debí haber asesinado a toda tu tribu en cuanto tuve la oportunidad...Aunque... - En ese instante, sus ojos carmesí se iluminaron en un tono rojo intenso y de una de sus manos, apareció una espada con rubíes incrustados y que su hoja tenía un corte similar al de una llamarada de fuego. Una sonrisa cargada de maldad se dibujó en sus labios de inmediato. - Si acabo contigo, será mucho más fácil destruir a todos los demás...¡LOS DRAGONES DEJARAN DE EXISTIR DE UNA VEZ Y POR TODAS!
SW-User
Ranshao! Sueltame! -iba protestando durante todo el camino, retorciendose en todo momento hasta que llega a la habitacion, cayendo al suelo sobre sus manos mirandolo con odio- Eres un bruto... no te pienso hacer nada -suspira, comenzando a ponerse en pie en ese momento-
¡Maldita lagartija! - Tira de esas cintas y lo lleva casi a rastras hacia el aposento que compartían. Al llegar allí, lo empujó al interior del lugar. Las cintas se rompieron a causa de ese brusco empujón, por lo que podría ser muy probable de que el príncipe dragón cayera al suelo. -
SW-User
De que estas hablando...? -no entendia a lo que se referia, para Meiren se estaba comportando igual que siempre asi que no tenia ni idea de por que se estaba comportando de aquella forma su esposo. Cierra los ojos ante las quemaduras que ahora adornaban su piel, empujando aun a Ranshao para intentar apartarlo como puede- Sueltame idiota!
Has actuado demasiado sospechoso en estos últimos días. ¿Qué me garantiza de que no estarás ideando alguna clase de sabotaje a mis espaldas? - Las cintas se encendieron mucho más, logrando causarle algunas quemaduras a la piel de Meiren. - ¡Confiesa!
