—Después, encontré a Seraphine, mi castigo eterno.— Rio suavemente, mientras de nueva cuenta se acomodaba abrazada a él, sentía, como a Sera le gustaba decir, una perfecta armonía. —Su vida es una canción y tiene solo una neurona, pero es noble, y dulce. Su alegría me trajo de vuelta siempre en los momentos más oscuros.— Tomó la mano de su amado, la acercó a sus labios cerrando los párpados. Su corazón se estrujaba cada vez que recordaba la oscuridad invadiéndola, envolviéndola en sus garras crueles. —Creo que te agradará.— Se quedó así, con sus dedos entrelazados con los ajenos. —Y por último, Orianna.— Le miró de nuevo, con una sonrisita cómplice, para luego desviar la vista. —Digamos que la engañé para que se uniera a nosotras, pero fue con una buena intención, probablemente algo la habría terminado matando si se quedaba por ahí vagando sola sin comprender el mundo.

¿Algo más romántico que ellos dos? ¡Pffft por supuesto que no!. Rakan sonrió ampliamente al recibir ese dulce beso en sus nariz, Xayah sin duda alguna era tan impredecible y eso hacia que cada día el joven vastaya amara mucho más de su adorada. — Senna, suena como una persona agradable. — asintió besando su frente. — Continúa contándome, quiero saber más...— la miró atento a sus historias. Quería saber cómo es que Xayah termino haciendo amigas y liderando un equipo para traerlo de vuelta.

—Ya, ya... sabes que absolutamente todo de mi te pertenece.— Volvió a echarle uno de sus brazos al cuello en cuanto la sujetó de nueva cuenta, con el dorso de su mano libre, dio una suave caricia en su mejilla, una acción extrañamente tierna para alguien con la dura personalidad de Xayah, quizás el amor si es la fuerza más poderosa de todas.

—Senna fue la primera Guardiana que encontré, es bastante ruda y solía trabajar sola, pero aparentemente es fan de las novelas románticas, ¿y hay algo más romántico que nosotros dos?— Su ala se agitó cuando se levantó en el aire lo suficiente para quedar a la altura de Rakan y dar un beso en la punta de su nariz antes de descender. —Había practicado un discurso completo para convencerla. Saki se burló de mi todo el día, definitivamente eres el único con talento para esas cosas. Al final... no fue necesario. Simplemente dije la verdad.

Apartó solo un poco su cabeza para poder mirar mejor a la vastaya, en Rakan fue evidente un gesto que se acercaba a lo burlón pero también incredulidad. ¿Xayah haciendo amigas?...le causaba ternura y hasta cierto punto envidia. — Espera...¿Eso significa que hay menos tiempo para mí? — Fingió estar realmente ofendido, incluso se atrevió a soltar a su amada para llevar su diestra a su pecho pero al final volvió a reír y volvió a sujetar con firmeza a su amante. — ¿Cómo son?, ¿Quienes son? — con interés preguntó. — Deben ser muy especiales. —

Sus brazos le aferraron de una forma un tanto más posesiva, sus labios estaban tan cerca de los de él, que sentía una sutil caricia al hablar. —Quizás me veo como alguien que es capaz de apuñalar el corazón de cualquiera que se atreva a volver a apartarte de mi lado.— En realidad... él tenía razón, aunque sabía que de todos modos le fascinaba ser el centro de atención. Correspondió al beso, sentía que todo era un sueño, y le dio un beso más, como si quisiera cerciorarse de que estaba ahí, en realidad. —Si, mieli... tenemos todo el tiempo del mundo...— Repitió aquéllas palabras en voz baja, como un suspiro de alivio. —Bueno, ha pasado algo que ni siquiera tú vas a creer. Hice amigas.

¿Tanto se había perdido?. Desde su posición tomo firmemente a Xayah de la cintura pegándola a su cuerpo, su ala al igual que la de ella rodeo su cuerpo complementando, cubriéndolos completamente. Tenía que inclinar ligeramente su cuerpo para pegar su frente a la de Xayah pero no importaba, amaba esa cercanía, la había extrañado tanto. — Ou pero si que te ves sentimental abrazándome de esta manera. No necesitamos decirles nada, solitas se van a dar cuenta y me encanta! — buscó su mirada y sonrió antes de dar un beso suave sobre sus labios. — Tenemos todo el tiempo del mundo miella. —

Rodó ligeramente los ojos, simplemente Rakan siendo Rakan, aunque en realidad, su arrogancia le parecía lo más adorable del mundo. No había aspecto de él que Xayah no adorara. Rodeó su cuello con ambos brazos, acercó su cuerpo al de él y su ala envolvió a su amado. —Número uno, alimentar tu ego es peligroso.— Dijo más como un regaño. —Y número dos... todavía la estoy torturando un poco por habernos abandonado y no puedo verme sentimental.— Apegó su frente a la de él. —Han pasado tantas cosas... no se por donde comenzar a ponerte al día.

— ¿Por qué no decirles?, incluso podrías agregar más cosas como "Contienda interminable para salvar a mi maravilloso, apuesto y perfecto novio" suena mejor, suena más como a...mi — Sujetó firmemente a Xayah, sonriendo para ella. — Xayah, me alegra nucho estar de vuelta.

—Me haces tan feliz, creo que volvi a sentir mi corazón latiendo... pero no le digas a las demás. Ahri me ha estado molestando desde que emprendí esta contienda interminable para salvar a mi novio.