—¿En que no eres buena?. ¡Eh! —Replico el pelirrojo al desviar su mirada a la bruja, enarcando sus cejas;después torno sus labios a una tenue sonrisa y prosiguió tocando el piano tal como la castaña le había enseñado.

Aunque, sigo siendo mejor que tú.
—Bromeó al mismo tiempo que lanzó una risita melodica. La castaña aprovechó para sonreír una vez más y dejar reposar su sien por leves segundos en el hombro del mago. —

Mira que eres buena maestra — Comenta con entusiasmo mientras dedica una sonrisa a su compañera y continúa tocando aquel piano.—

¡Vas mejorando!
Tanto que...¡! - Se emociona y no se guarda su gritillo, ya hasta podría ponerse a cantar.-