<Entonces no hay duda. No es ella.> Aquel pensamiento saltó de primera con la respuesta que le dio.

Casi siempre cuando soltaba algún comentario para por fin darse por vencido respecto 'ser inferior' a su Master y de paso halagarla, independientemente del estado de humor de la chica, siempre se sonrojaba y hacía sus quejas; aún graciosas para él.

—No sé yo, pero si te complicas tanto en querer demostrarle 'algo' es que no lo has olvidado del todo.— Vigilaba cada gesto suyo. Quizá era cosa suya, aunque sabía reconocer cuando alguien trataba de disimular que 'le daba igual' o 'estoy tranquilo respecto eso'. Puede que se equivocara, sin embargo los ojos de un arquero saben no mirar, sino observar hasta el más pequeño detalle que se asomara.— Aunque no ha de ser asunto mío las inquietudes de una diosa ociosa y a la que todos condescienden.— se cruzó de brazos, manteniendo una postura directa y pacífica.

a su forma de hablar confiada.*

—No es estar interesado. En un principio es que tener conocimientos de primera mano es un arma útil a la hora de pelear. ¿No crees? Creo que es una norma fundamental si nos enfrentamos a muerte.— su tono era serio y parecía dejar las tonterías sin importarse de su repentino cambio de lugar.— No sé cuántos servants habré visto como tú y luego pudrirse por su ego humillado. En la guerra esa actitud que llevas la romperán en fragmentos, aunque quién se creerá un Archer como yo para opinar. He de suponer que con esos comentarios hablas de que eres muy poderosa, pese que un semidiós te rechazara incluso habiendo tú asesinado a su compañero. No hace falta tener dos dedos de frente para ello.. Ishtar.— Su suposición escapó de la lengua tan afilada que tenía. A los masters que tuvo pese ser muy pedante era bastante curiosa, llegaba casos en los que acertaba de primera o se equivocaba totalmente; había un punto intermedio. Su conducta con lo que dijo era calmada, aunque no fría del todo debido

—Lo sé, hasta por un principio creo deducir que eres una diosa, ¿quizá del sexo o la guerra? Antiguamente era una manía asociar la sensualidad con la batalla.— su comentario se contrastaba con sus gestos, pareciendo pensativo.— por desgracia te confundo con ella, al fin y al cabo la trataba como una diosa caprichosa. No puedo mentir en que quizá lo es.

—Eres menor, ¿quieres acabar mandando a alguien a la ONU? Creía que eras una maga buena. (?

—...

Inevitablemente le tapa con una manta, no puede mirarla pero la cubrió perfectamente su cuerpo sumando dos o 3 más.

—Vas a coger un resfriado, Rin. (?)