—Me siento totalmente honrado, alteza—

Bromeó con él, haciendo una exagerada reverencia, parecía algo de los elfos oscuros mostrar cierta distancia con los demás, pues él mismo, pese haberse criado con la familia real, no sentía tanta confianza como con Arthas y Zaret

—Es extraño verte por la tierras del reino, aún que grato, pronto pasaría por Naggarot, sigo en mi búsqueda —

Esta vez la risa que soltó fue más ruidosa, causante por esas palabras finales, que, pese a lo altivo que su amigo era de ser parecía tener sentido del humor. Aunque lo demostraba a su fría manera.

Se aparto de él luego de un rato abrazándolo, presumiendo su mirada ambarina y esa espectral tez propia de alguien que se entrego a la oscuridad.

— Sientete afortunado de poder ver este lado mio, solo pocos pueden apreciar a un amable Arthas...

Ese suceso se debia a la confianza que había entre ellos dos.

—Tienes de rey, lo que yo tengo de príncipe de estás tierras—

Respondió como si buscará pelear con aquel elfo, su mirada estaba fija en los ojos ajenos, altivo y retador, para luego sin aviso precios reír por las palabras ajenas y las propias, correspondiendo así al abrazo fraternal de Arthas

—Tan grande como Serova, pero el tuyo es igual, pocas veces te he visto ceder, cómo ahora —

—Estas en presencia de tu rey, ¿Tu que crees?

Aunque parecía imponerse solo bromeaba, aun con el titulo de Rey de los Elfos oscuros no era de su agrado pretender actuar cómo tal en presencia de su estimado amigo de la infancia.

Soltó una pequeña risa cómo respuesta a su propia broma y prosiguió a colocar su mano sobre el hombro ajeno, solo para atraerlo y abrazarlo

—Tu orgullo sigue siendo demasiado grande cómo para tomar la iniciativa y obligarme a mi a actuar primero.

Estaba perdido en sus pensamientos, levanto la vista hacia la voz que ajena, buscando con la mirada de dónde venía hasta que divisó a Arthas, sonrió ladino, para responder— ¿Debí preparar una comitiva de bienvenida? — Era verdad que le alegraba tener noticias del ajeno—

—Por tu cara puedo ver que estas feliz de verme.

Dijo con ironía empleando un tono de voz y una gesticulación propia de la interpretación que buscaba expresar con esas palabras.