-Si es lo que te parece- Su voz incluso fue apagándose solo un tanto, la rabia interna golpea cual infierno, pero de la misma forma no es la que domina sus actos. Muy en el fondo, aunque nunca lo dira, si siente cierta nostalgia para lo que fueron, pero al mismo tiempo la ira causada por no tener de nuevo control sobre ella es algo de lo cual jamás se librara -Espero entonces que por lo menos sigas escuchándome, porque soy el único que sabe como salvarla-
Sebastian es una serpiente con dos caras. Por un lado, esta esa genuina preocupación por los que considera preciados, algo que por mas que parte de su egoismo se demuestre en su facilidad de manipular a las personas, no puede quedar de ninguna forma atrás, es como una dualidad interna de la cual el es conciente, y por causa de ello suele muchas veces parecer contradictorio con los demás, Ravenna no es la excepción.
Cual si ese violento impulso se perdiera, poco a poco fue soltándola, el sabe que no puede lastimarla por mas que muchas veces en apariencia lo intentara. No es la primera vez que explota, mas no por ello significa que en alguna del pasado lo haya hecho. El Slytherin es todo un caos dentro de su cabeza.
[code] Qué distracción era esa cara pecosa. Ravenna desvió la mirada un momento y relajó su postura; fue como si su cabeza estuviese consciente de que Sebastian no la lastimaría físicamente. Ahora su mente divagaba y la cabeza le dolía tanto como por la adrenalina como por el enojo; sentía que iba a explotar.
—Me lo dejaste en claro al dejar de comunicarte conmigo en cuanto dejé de servirte. Sólo quiero continuar y dejar eso atrás, lo necesito —otra vez pasaban de la tensión a la vulnerabilidad. Sólo con él se permitía ir de la locura a la calma.[/code]
[code]—Seguro que sí —todavía se sentía demasiado agitada y molesta, pero no por ello fue incapaz de notar que Sebastian hizo. Lo conocía bien, podía adivinar lo que su cabeza tramaba si se fijaba en la severidad o suavidad de su mirada y en ese momento sus ojos parecían reflejar a la dualidad misma. Como si el tira y afloja no fuese únicamente un tema entre ambos, sino también para consigo mismo—. Escucha, Bastian —su lengua tuvo un traspié y lo llamó como en antaño, pero no se fijo en eso—, seguiré haciendo lo que pueda por buscar una cura para Anne, porque le tengo cariño desde que me la presentaste. Si eso es todo lo que necesitas de mí, lo tienes, pondré mis poderes y conocimientos a su disposición. Pero no necesitamos fingir ser amigos, mucho menos... Lo que fuese que fuimos.
Pese a sus acciones posteriores, Sallow era realmente incapaz de hacer un gran mal a quien consideraba importante porque, sí, puede ser capaz de embarrarse con la sangre de quien se le ponga enfrente, pero cuando alguien se gana su cariño es como si fuese protegido de su propia maldad.
—Si tan solo...
Flaqueó y finalmente la fue soltando, porque podía estar perdido cuál perro asustado, pero aún era consciente de sus actos; al menos de los más fuertes. Hubiese querido usar sus manos de la peor manera con ella solo por hablar sobre su hermana, pero no, contuvo absolutamente toda reacción, tratando de no perderse en su propia hostilidad.
—Haré que te arrepientas de tener la boca tan floja, Ravenna.
Había perdido parte de su raciocinio en ese instante, como si la persona que escondía detrás de su fachada de mago correcto finalmente emergiera; aquella capaz de hacerlo perder su propia alma en un pacto con lo más oscuro si era necesario para salvar a su hermana. Internamente Sebastian tenía miedo de perder a las personas que amaba y estaba dispuesto a actuar pra evitar que ese temor se cumpliera; pero, conforme la desesperacion por su querida hermana había crecido, lo que alguna vez fue una noble causa se corrompió de a poco, hasta volvese una emoción torcida.
[code]Rodeó la muñeca masculina con los largos dedos de su diestra y empezó a empujarla para quitársela de encima. Por si las dudas, sostuvo con fuerza su varita con la zurda y se preparó para levantarla de ser necesario. Un "depulso" los separaría de manera definitiva y lanzaría a Sebastian hasta el otro lado de la habitación. Daba igual si ella salía lastimada o no, merced a la cercanía.
—Sueltame ya. No quieres que Ominis o Imelda pasen por aquí y te vean siendo quien en realidad eres. [/code]
[code]Ya no era Sebastian el que estaba frente a ella, era ese monstruo sediento de poder y que parecía no tener conocimiento de cuándo debía parar o no. Ravenna se dejó hacer sin mover ella ni un músculo, pese a que en el pasado esas escenas eran muy distintas, hacía unos ayeres, cuando ella no dudaba en asaltarle la boca; pero el cansancio que ahora sentía, y la ligera depresión, servían muy bien de autocontrol. Qué ironía.
—Tu tío tenía razón sobre ti, Sallow. Eres un niño que no sabe ponerse un alto a sí mismo —así, con el cuello a merced del varón, la Slytherin volvió a sonreír con amplitud—. Perdiste a Anne por eso, a Ominis y vas a perderme a mí. Cuando menos lo notes tus pesadillas se harán realidad: te habrás quedado solo. Hubo un tiempo en el que te tuve miedo y compasión, pero eso se va esfumando poco a poco. [/code]
Marcado fue cuando sus dedos descendieron solo un poco, casi rozando más abajo del mentón, de esta manera la mano se abrió para tomar completamente la parte de la mandíbula, quería alzarle la vista sin lastimar, presionando aún así con sus dedos para remarcar su posición delante de ella.
—Eres mía, Ravenna. Tu boca, tus ojos, tu cuerpo y tu alma me pertenecen solo a mi, no me obligues a tener que remarcarlo por la fuerza.
Es entonces que, pasaría a algo más físico, su diestra fue tomando del mentón de Ravenna, presionando con sus dedos de tal modo que sin llegar a lastimar, mostrarían un toque de fuerza, nada tan peligroso, pero que denotaba una intención hostil.
—Ni Weasley, ni ninguno de esos tontos pueden probar sus palabras, puesto que ninguno lo ha experimentado de frente — Si, se ensañó con el antes de retomar su atención en ella.
