Tras un largo viaje en los alrededores, el agotamiento finalmente había invadido el semblante de la “indomable” Romine. A decir verdad, era extraordinario su alcance, pues a pesar de nunca antes haber salido más allá del reino, había permanecido demasiado tiempo en constante avance; aunque claro que al no completar su divinidad como corresponde, tarde o temprano el agotamiento llegaría.
Fue así, que tras leer el mapa una vez más, pudo notar la presencia de un bosque a tan solo unos metros de su ubicación actual. (…)
Percatandose del como ambas parecian estar deacuerdo con su postura, Romine mostro un gesto gozoso y sereno, llegando incluso a alentar un poco la velocidad de sus pasos. ― Es grato saber que ambas pensamos de la misma forma, Lady Celesere. Quiza estas no sean las mejores circunstancias, pero seria un vedadero honor para mi, el fojar un tratado de alianza entre los suyos, y el reino de Unther. Hoy en dia, la luz en el reino no parece ser tan clara, pero le aseguro que en un momento el amanecer llegara a nuestras vidas. ― Expreso de manera cortes, mientras inclinaba un poco la cabeza a manera de gratitud por sus palabras. ― Muchas gracias, Lady Celesere. De igual forma ha sido grato encontrarle. Su fortaleza y sabiduria son dignas de ser admiradas. ― (...)
