— Jm, ¿Sucede algo? ¿Es a caso que mis palabras le causan algún ... discomfort? — Preguntó el hermano llamado Jarrus, notando como ella le invitaba a recostarse en los muslos, cosa que no esperaba de su parte, considerando que era una Princesa, pero quizá su nivel de confianza había llegado a ese punto. Ya antes de su partida habían interactuado, y claramente los tópicos que habían estudiado y convivencia los habían unido. Y sin embargo ya antes tuvo discípulos y adeptas, y en ningún momento pareció sentirse tan cómodo como para hacer aquello.
Y sin embargo, suspirando un poco y cerrando sus ojos, se extendió en aquel cómodo sofá donde Romine había dormido, uno cubierto de pieles cálidas, hecho de madera firme, y dejó que sus largos cabellos purpúreos se extendiesen por sobre sus muslos, desplegándose sobre estos como si fuesen una cascada. Sus ojos acarminados se reabrieron y observaron los de ella, y en medio de ese rostro serio, se dibujó una sonrisa suave, y coqueta.
— Oh claro, si lo dice así supongo que cobra más sentido... — Expreso un tanto cabizbaja, aunque en realidad, ni siquiera estaba muy segura del porque aquella respuesta la entristecía un poco.
De igual forma, dejo pasarlo por alto, y disfruto de la compañía del Goliat, mientras ambos degustaban de su té, y disfrutando de las atenciones de Jarrus, quien siempre parecía mostrar una faceta dulce y gentil con ella.
— ¿Trenzarlo? Por supuesto. — Respondió gentilmente, mientras dejaba su té a un lado, para acto seguido juntar sus piernas, y dar una pequeña palmada sobre estas, dándole la invitación a que se recostara en ellas; así mientras ella lo peinase, podría descansar un poco de paso.
— Así es, si ve en los libros y diarios de mi taller encontrará que suelo hacer retratos de cada ítem o ser interesante que encuentro. Me agrada lo único y me gusta retratarlo. — En ese instante tomaría entonces aquella taza de té, sorbiendo de la misma, el aroma que soltaba era exquisito, y de ese modo sus ojos purpúreos se posaban en los de ella para de ese modo susurrar. — Hay detalles que nos hacen únicos, Princesa. Detalles que usted posee que la hace singular entre muchos, ¿Se le hace raro que desee documentar eso? —
En ese instante permitía que Romine hiciese aquello con su cabello, moviendo sus dedos suavemente haría que un tazón con dulces sorteados flotase hasta donde ambos se encontraban. Y entonces tomando suavemente la mano de ella, dejaría esta por entre sus cabellos, susurrando entonces. — La verdad no he dormido nada, pero quiero estar más cómodo, ¿Me ayudaría a trenzarlo? — Refiriéndose a su cabello.
— ¿Di... bujarme? — Pregunto un tanto extrañada, pues si bien dentro del palacio solian hacer retaros suyos y del resto de la familia real, no enonctraba razones por las que Jarrus deseara algo asi. Aun con ello, se mantuvo sentada, y tomo la charola de te entre sus manos. — No se preocupe, Sir. Jarrus. Estare bien, esta siesta alivio basante mi cansancio. ¿Oh? Je, je... Creo que usted tambien lleva poco de despertar. — Llevando cuidadosamente sus manos hacia la cabellera del joven Goliath, esta peino algunos cabellos sueltos que suelen hacerse cuando uno recien despierta, y no tiene el tiempo suficiente para arreglarlo.
— Creáme que no existe problema alguno, Ms. Romine, al final de cuentas la mente también necesita de algo de descanso, y además el verle descansar le hace notar adorable. Casi al punto de detener mis estudios para dibujarle. — Añadió con una sonrisa a medio labio, tomando una charola con una taza de té para ella y otra para él, quedándose bastante cerca, para acotar. — Quizá debamos bajar un poco el ritmo. —
— ¡¿Me he quedado dormida mientras estudiabamos?! — Diria un tanto exaltada, reincorporandose en menos de un segundo para acto seguido peinarse un poco, y ajustar los tirantes de su vestido. —Le ofrezco una disculpa, Sir. Jarrus. Tantos dias sin dormir en la biblioteca, provocaron una pequeña siesta involuntaria. —
— Veo que has dormido como un hurón, mi querida Princesa, ¿Es a caso que el entrenamiento arcano se ha vuelto más pesado ahora que entrenamos con hechizos de nivel mayor? — El varón se encontraba cerca de ella, ya que esta parecía haberse quedado dormida cerca de su taller mágico, donde estuvieron investigando por horas. Claramente la vistosidad de aquella era bastante notable, un aperitivo visual que no dudó en degustar por unos segundos.