Bueno, aceptaré tus disculpas... -Deja de cruzar sus brazos y extiende una palma hacia él, para que el contrario la estrechase. -Soy Ramuda Amemura. Un placer conocerte. -Le dedicó una angelical sonrisa llena de inocencia.
¡¿Eh?! -Indignado, se cruza de brazos para después comenzar a chillar y recriminarle- ¡¿Y por qué me saludaste teniendo esa forma infantil?! ¡Casi me matas de un susto!
¡¿Ah?! -Retrocede unos pasos, sorprendido de ese cambio tan repentino. Dejó caer la paleta dulce, perplejo de ver cómo el pequeño se había convertido en adulto y le superaba bastante en estatura. -¡¿Qué te pasó?!