« Back to Album · Next »
 
Newest First | Oldest First
witched · F
[...] y eso estaba comenzando a incomodarla un poco, como hacía mucho no pasaba. —Ahora no es tan necesario que me quede. Por cierto, el aroma se irá en uno o dos días, por seguridad. Funciona como un campo protector mientras...

Se llevó la mano sobre el propio rostro, cubriendo el rubor que había aparecido en éste de forma involuntaria... No se suponía que funcionara así, la energía la desprendía ella, y era difícil concentrarse.

—¿Podría ponerse una camisa, Priest?
witched · F
—Yo no he hablado de pago alguno. —Se extrañó un poco. —No recibo pagos físicos, está en contra de mis creencias.

Caminó siguiendo al hombre, cuidadosa de no pisar las huellas de humedad que él había dejado en el camino hacia la sala, o de que él tocara algo más que su ropa (no podía arriesgarse a percibir sus emociones, sentía que se desmayaría). La luz se había encendido en el momento que la cruzaron.

—Se ha ido. —Dijo, entrecerrando los ojos un poco por la luz. —Ah, el azúcar lo hablaba más por usted. Mi agotamiento solo se puede recuperar con el tiempo, o tomándola de un ser vivo... Pero esa no es una opción ahora. No se preocupe por mi, el trabajo se cumplió. —Su voz se había entrecortado un poco.... Le parecía un hombre muy singular... [...]
R1581860 · M
Había pasado al «usted» por travesura, remarcando la línea que ella parecía dibujar de manera inconsciente; una que, francamente, le tenía sin cuidado a Richard, quien se las arregló para por fin levantarse y ser ahora él quien, consciente del costo que el ritual había tenido para el cuerpo de Aleks, la tomó por la cintura con delicadeza para ayudarla a levantarse y salir de ahí. Ya se ocuparía de limpiar después.

—Necesitamos –corrigió —: tienes pinta de que te vendría muy bien un poco de chocolate. Tienes suerte de que tenga mi reserva secreta: muchos reirían si supieran que es mi adicción. Chica afortunada: voy a compartirla contigo. —Dijo, llevándola de regreso a la sala.
R1581860 · M
Una débil sonrisa se dibujó en los labios de Richard al ver la turbación de la chica. —Tranquila. A veces los viejos métodos son los mejores, ¿hm? —Dijo, tan despreocupado que nadie diría que había estado a las puertas de la muerte apenas unos minutos atrás. Aunque poco le duró el gusto de verla así; pronto, se encontró con una toalla obstruyendo su vista, lo que le hizo soltar una risa tan endeble como su expresión.

—¿Y cuál es ese pago? —Preguntó por mera, inocente curiosidad, mientras se pasaba la toalla por el rostro y cabello. —Es usted una señorita bastante misteriosa, Aleks.
witched · F
[...] entonces cuando vio al hombre con un detenimiento más bien mundano, aun en la tina humedecida... tensó los labios y apartó la mirada con culpa, alzando el brazo para tomar una toalla que se encontraba doblada a su alcance, para dejarla caer sobre él, cubriéndolo parcialmente con ésta.

—A diferencia de usted, yo soy bastante estricta en mis guías y estudios, y parte de ellos es el no pedir nada a cambio de lo que hago, suficiente es el pago de mi cuerpo por utilizar las bondades que la naturaleza me presta en su conocimiento. Creo que ya puede ponerse de pie, Priest. Es mejor que coma algo con bastante dulce para que tenga energía.
witched · F
—No sería capaz de pedir algo a cambio a una persona que se acaba de recuperar de un envenenamiento como ese... o posesión. No estoy segura de la palabra que ustedes usen para referirse a lo que llevaba pegado encima, era como una sanguijuela que le estaba licuando los interiores.

Extendió la mano hacia su labio herido, donde él mismo se había limpiado antes, pasando sutilmente el dedo índice por éste, abriendo un poco la herida nuevamente para que sangrara un poco; el ver el color rojizo normal le hizo corroborar que todo había salido normal. Su reacción consecuente, instintiva, fue la de llevarse el dedo aun con su sangre a los propios labios, probándola. Después cayó en cuenta de lo que hizo.

—Lo lamento. —Exclamó en un susurro avergonzado. —Antes no estaba tan diestra en mi percepción, y solía probar la sangre de los afectados para corroborar que todo estaba bien. Mi error.

Se pudo incorporar un poco entonces, solo para tomar asiento sobre la misma orilla de la tina; fue
R1581860 · M
—Soy una espina en el costado del Vaticano. Demasiado bueno en lo que hago como para que me manden a freír espárragos; demasiado bueno también en lo que no debería hacer, como para que me tengan vigilado y no me permitan acercarme a los conventos.

Era una manera sencilla y elocuente de decirlo, a menos a su parecer. Y, si bien ya daba muestras de su desenfado habitual, aún se le veía cansado; si bien bastante atento de la joven, comprendiendo al punto que ella había empleado demasiada energía en salvarlo.

—No les gusta que no juego de acuerdo a sus reglas. Y no, no voy a hablarte de la Biblia; me dormía durante el catecismo. —Bromeó, sintiéndose lo suficientemente repuesto como para incorporarse y recargar su torso en el filo de la bañera, cerca de Aleks. —Pero sí tengo las mías, y una de ellas es compensar a quien me salva. Así que puedes pedirme lo que quieras.
R1581860 · M
—Oh, cariño. Soy lo menos parecido a un «priest» que puedas encontrar.

También tenía sus propios trucos; y ahora que se había recuperado lo suficiente como para echar mano de ellos, parecía recobrarse más rápido de lo esperado; si bien seguía echado en la tina merced a que necesitaba recobrar fuerzas con urgencia. Mientras escuchaba a su salvadora, se había mantenido murmurando por lo bajo una suerte de callada salmodia; la que logró amainar —siquiera un poco— el acuciante, exquisito dolor que acosaba todo su cuerpo, al menos devolviéndole la normalidad en la respiración.

—Una curandera, eh. Apuesto a que hay más que eso; pero sería grosero indagar en la primera cita. ¿No te parece?

Hubo de interrumpir el murmullo para continuar la charla, esperando que la chica no hubiera encontrado demasiado raro lo que él hacía. Se pasó el dorso de la mano por la boca, limpiando los restos de la sangre que se había sacado al morderse; y tras remojarla en la poca agua que quedaba, continuó.
witched · F
[...] quien le haya causado tal cosa haya acabado en su plano ancestral. —Cerró los ojos, intranquila y alerta sin embargo. —Podemos decir que soy una curandera. Si. Me han dicho así algunas veces. Es lo que soy para usted en este momento, Priest. Una simple curandera con muchos años de conocimiento en la sangre y la memoria, debe ser suficiente para usted... y dado a que lo he salvado, no supongo un peligro para usted.
witched · F
Desvió la mirada hacia el hombre, tras escuchar todo lo que le había dicho, con una leve mueca de incertidumbre, observándolo fijamente, con mucha mayor atención que antes; tuvo que incorporarse un poco, girándose para quedar de frente, silenciosa, analítica.

—Está usted demasiado desaliñado para ser un Priest. —Susurró, bastante inquieta de pronto. —Es la primera vez que veo uno tan poco falto de si mismo, normalmente destellan e irradian pureza, intentan conventir y así... Supongo que hay de todo en la viña de Su Señor.

Quiso pararse, pero no pudo; definitivamente, haber hecho ese favor le había costado toda su energía de la noche, tendría que esperar algunas horas antes de que pudiera recobrar un poco de ésta de la forma normal, o buscar una excusa. Negó con la cabeza, el sujeto era un Priest al final de todo, no iba a pedírselo.

—Pues... soy una de las pocas personas que saben hacerlo, claramente. Por eso me llamaron para atenderlo... pero me ha costado trabajo. Espero [

Add a comment...
 
Send Comment