De ser alguien distinto quizá se habría sorprendido; pero Richard estaba demasiado familiarizado con lo sobrenatural como para mostrar algo más que una sonrisilla irónica. —Huh... —Negó con la cabeza, sin embargo; pasándose la mano por el cabello mientras hablaba. —Es una buena oferta, cariño, pero creo que pasaré. Ya suficiente me soportan como para que detecten en mí rastros de energía demoníaca... Seguro me colgarían ahí mismo. —Dijo, levantándose de su asiento para estirarse un poco.

Cha chan!

-Chasquea los dedos y lo señala a el mientras también hace chasquear su lengua contra su paladar.-

Nada mal ! La agencia tiene un chamán demonio ente cosa extraña que es capaz de quitarnos las cicatrices.

Todo por qué una vez casi nos aniquilan a todos por un ser que podía re-abrir tus heridas y hacer que duelan como cuando te las hicieron.

Cosas locas, gajes del oficio sobrenatural. !

—Sin pecado concebida. Sí: una bonita colección de cicatrices.

Ave María Purísima!! eso se esconde debajo?! —