Tienes que esforzarte y aguantar.

-Le responde de manera dominante y le deja una marca de chupete en el cuello apretando sus dedos en su interior cuando comenzó a follarle con sus dedos.-

—A-ahffh... — sus dedos se mandaron solos no podía detener sus muñeca comenzo a follar con dos de sus dedos esa preciosa avertura a la cual era adicto. Babeaba de placer, estirando el cuello para hechar su cabeza hacia atrás. — Necesito estar dentro de tí....—

Shhh..

-Le manda a callar y le muerde el hombro dejandole una pequeña marca y ayudaba a sus dedos a moverse y resbalarse en su interior.-

—Joder..,que delicioso suenas...— se sentía idiotizado por la sensación que disfrutaban sus dedos al quedar cada vez más húmedos, resbalaban con facilidad al explorar cada recobeco.

Si.. Me gusta mucho. -Admite jadeando al oído ajeno mordiendole el lóbulo y el hombro cuando frotaba su clítoris de esa manera logrando que su interior se mojara aún más y que buscará más y más de sus caricias.-

Está mujer sabía encenderlo sin problema alguno, se sentía más duro y desesperado al compartir la acción, suspiraba y jadeaba sutilmente sobre su oído mientras masajeaba sus labios húmedos, separaba y unía tan carnosos pliegues —Te gusta así? — su pulgar brindaba movimientos rápidos sobre su clítoris como si se tratara de un control de vídeo juegos.

Y luego porque digo que eres un mimado. -Le regaña aunque tiene una media sonrisa en sus labios y baja su propia mano para comenzar a tocarse rozando los dedos contrarios.-

—No prometo nada— de ansioso jalo del nylon con ambas manos para rasgsrlo y exponer su linda zona íntima — solo tócate un poco ¿Si? — hundió sus pulgares sobre cada labio, la presión hacia que se separan levemente, se sentía rico y lindo brindarle un masaje erótico.

Tienes que comportarte.. -Le dice al oído dejando escapar un jadeo delicado pues disfrutaba demasiado sus caricias sobre sus muslos.-

—Vamos bien...,— inhala profundamente el aroma de su cabello pegando la nariz a un costado de su nuca, exhalando contra su oreja, se sentía ansioso al tenerla de nuevo entre sus mano. No pudo resistirse y estás subieron por sus muslos, había acariciado sus rodillas pero el nylon de sus medias lo invitaron a subir hasta colarse debajo de su falda, acarició su ingle con ambas manos amasando una y otra vez sus ricos muslos.