-Suspiraba levemente por los besos sobre sus pechos y jadea sutilmente cuando comienza a mamar directamente como si tratara de alimentarse de ella siendo un hecho bastante improbable.
Abrio sus piernas un poco más para que pudiese estar más cómodo y pegado a ella aún más si eso era posible.-
Hundir su lengua entre sus pechos lo embriagaban, se sentía adicto a el aroma y textura de estos se sentía tan tentado como desde el primer momento.
La sentó sobre la barra para tener total libertad de bajar el encaje de su sostén y liberar los tan anhelados pezones invertidos, sus pechos eran tan hermosos, para él eran el paraíso.
— Tan tímidos siempre ¿heh?— rejunto sus grandes pechos y brindo unos suaves, lentos y amorosos besos sobre su areóla izquierda, entre abrió sus labios para mamar directamente como si intentara alimentarse de ella al despertar poco a poco ese botoncito de carne.
—No te queda ser inocente conmigo.— Tomo impulso y la levanto más ahora su pelvis quedaría ala altura de su abdomen para poder besar y succionar la piel de sus hermosos senos, tan suaves y jugosos senos.
-Pregunta con un tono ofendido y malicioso aunque un tanto autoritario, poco le dura cuando besa su cuello y deja esas marcas comprometedoras en su piel.-
Ese tono de voz lo vuelve loco es como si sus ganas de faltar su autoridad lo llevara al limite de su deseo por ella.
—No prometo nada.— Descendió sin dejar de besarla concentrándose en su cuello para dejar marcas comprometedoras en su tersa y blanca piel, succionando sin reparos, olía y sabía tan bien.
¿Cómo? Pregunta ella y el halcón solo se dedica a ocupar esos labios suaves y carnosos con besos y suaves mordidas, invadiendo su linda y húmeda boca con sabor a cerezas mientras sus manos aprietan con ansia sus carnosos muslos. Se le hace agua la boca solo de sentir como ha enredado sus dedos en su cenizo cabello.
—Puedo callarte de diferentes maneras...— su voz tembló solo de imaginarse una felación por parte de ella.
