[code]Con ayuda de ráfagas de nieve hizo flotar cada uno de los huevos para ir poniendo uno a uno enfrente de la niña, creando un camino con ellos hasta la ventana más cercana, en donde Jack se encontraba.

Buscaba sorprenderla y asombrarla, pero el sorprendido fue Jack cuando la niña le hablo. ¡Por fin alguien podía verlo! Desde entonces, con cada día nevado, Jack regresaba a la torre para jugar con la niña.

── ¿Me extrañaste? Jack cargo a la infante por debajo de las axilas para elevarla en el aire. [/code]

[code]La primera vez que Jack conoció a Rapunzel fue por accidente, jugándole una broma pesada al conejo de pascuas, había congelado las tuberías y perseguido por un enorme canguro furioso, había tenido que escapar de la ciudad que estaba visitando hasta un frondoso bosque a las afueras de Corona, la jugarreta y persecución no le impidió robarse unos cuantos huevos de colores que escondía en el bolsillo delantero de su sudadera, paso atravesó de lo que parecía una cueva hasta llegar a una torre, ¿Quién podría vivir en un sitio tan alejado de todo? Curioso se asomó por la ventana y ahí fue cuando la conoció, una niña con muy, MUY, largo cabello rubio, que en lugar de estar buscando huevos de colores se ¿divertía? Haciendo el aseo de toda la torre. ¿Qué pasaría si le dejaba los huevos que había, emmm, tomado prestados por dónde limpiaba? [/code]

— Es hora de dormir, Pascal, o mamá podrá molestarse. — El pequeño camaleón saltó a sus manos. Tanto él como Rapunzel bostezaron. La pequeña rubia dio media vuelta en dirección a su cama cuando, de repente, una sensación fría cayó en su nuca. Pascal pegó un brinco, variando los colores de su piel hasta regresar a verde; Rapunzel, por otro lado, se sacudió los rastros de nieve.

Cuando regresó la mirada a la ventana encontró la más bonita de las visitas: ¡Jack Frost! Aquel personaje que solo ella era capaz de ver —quién sabe por qué— y que solía visitarla cuando el invierno cobijaba la torre. — ¡¡Jack!! —

[code]Arroja una pequeña bola de nieve a la nuca de la niña. ── He venido a jugar. Creo una pequeña ventisca en el cuarto de la infante para que pudiera jugar con la nieve y sentir un poco de lo que era estar en el exterior. [/code]