-Entre más avanzaba aquel acto, más inseguridades tenía, todas relacionadas hacia el dolor. Lo sabía, conocía perfectamente como su cuerpo había cambiado drásticamente esos últimos años. Sabía que no soportaría ser penetrado por el mayor, más conociendo el tamaño de aquel y lo a veces "bestia" que era en el acto. Se negaba rotundamente a saber o sentir de aquello, así que solo fue negando repetidas veces con su cabeza y claro que apenas tuvo sus manos liberadas lo primero que hizo fue tratar de separarlo, empujándole por sus hombros aunque al poco tiempo fue interceptado para ser nuevamente aprisionado por sus muñecas.
Debido a ello su adrenalina salió a flote, esa extraña sensación de ser violado era algo que no podía evitar pensar, sin embargo por mucho que se resistiese, se notaba lo muy a gusto que se sentía con ese tacto gentil pero juguetón, que sin duda provocaban que sus gemidos aumenten así como esos ansiosos movimientos de cadera.-