**Él, en completo deleite con las reacciones del muchacho, sonríe de medio labio, disfrutando de juguetear dentro de la cavidad de este; aunque, ya para entonces considera que se encuentra en completa disposición de recibir su cuerpo, por lo que saca los dedos de la misma. Con ambas manos comienza a jugar con los pezones del muchacho, e, inclinándose a morder su cuello levemente, le susurra al oído después.** Ahora tendrás tu recompensa... **Sin más, comienza a adentrar su miembro, ya erecto, en la cavidad ajena, haciendo ello poco a poco, primero dejando que el muchacho sienta la punta, que pueda ansiarlo, suplicarlo entre jadeos. Todo mientras el jugueteo en sus pezones continúa.**
Buen chico... **Susurra el azabache en el oído del pelirrojo, totalmente deleitado con todas las reacciones de su cuerpo, a todos sus actos; y más porque, hasta hace unos momentos el muchacho no paraba de repetir con la boca la misma negativa. Aunque sus labios mintiesen, su cuerpo le grita la verdad al esparvus. Y, como recompensa, aumentaría la intensidad de ésos actos, así como procuraría más que sintiese el mayor placer. Por lo que, además de la intrusión a su cavidad, y el jugueteo sobre sus pezones; añade el dedo medio a la acción, adentrándolo y, con ambos dedos dentro se dedica, tanto a lubricar, como a preparar y estimular aún más esa parte, para él mismo.**
Shhhh... **Musita el esparvus, para callarlo nuevamente, mientras sigue con aquellas estimulaciones y jugueteos a su cuerpo. Mediante sigue masturbandolo nota que se va humedeciendo aquella intimidad y es algo que aprovecha para empapar sus dedos de los fluidos del muchacho, para introducir su índice en la cavidad del chico, para frotar la misma, estimulando aquella zona. Todo, mientras sigue el jugueteo a sus pezones, aún con mayor intensidad que antes.**
**La desesperación del chico, a la par de su excitación, es algo que lo fascina cada vez más y, mientras sigue con las estimulaciones, se deleita con todas las reacciones del pelirrojo. Debido a ello, se da la libertad de voltearlo boca abajo, para, una vez dándole la espalda, y de cara al lecho, con una mano siga con los masajes y esimulación a sus glúteos, alternadamente, y con otra, juegue un par de veces sobre sus pezones, para luego bajar al miembro ajeno, y comenzar a masajear este, de una manera calmada y suave, al menos en el inicio. Por supuesto que, en medio de tales actos, acerca el miembro para frotarlo entre los glúteos del muchacho, aún sin tocar la cavidad, de momento.**
**Percibe, sin duda, tanto la confusión, como el temor del pelirrojo; aunque también percibe la ansiedad del mismo, por consumar el acto. Y es algo que complacerá en los dos sentidos. No lo lastimará, ni entrará en el hasta que lo desee, hasta que su cuerpo esté más que dispuesto. A medida que siguen aquellos jugueteos sobre su ombligo, aprisiona ambas muñecas ajenas, con una sola mano, para dejar libre a la otra, y comenzar, nuevamente a juguetear con sus pezones, alternando entre uno y otro. Para después, bajar esa misma mano entre caricias, hasta llegar a sus caderas e ir poco a poco a uno de los glúteos del chico, masajeando el mismo en círculos.**
SW-User
-Entre más avanzaba aquel acto, más inseguridades tenía, todas relacionadas hacia el dolor. Lo sabía, conocía perfectamente como su cuerpo había cambiado drásticamente esos últimos años. Sabía que no soportaría ser penetrado por el mayor, más conociendo el tamaño de aquel y lo a veces "bestia" que era en el acto. Se negaba rotundamente a saber o sentir de aquello, así que solo fue negando repetidas veces con su cabeza y claro que apenas tuvo sus manos liberadas lo primero que hizo fue tratar de separarlo, empujándole por sus hombros aunque al poco tiempo fue interceptado para ser nuevamente aprisionado por sus muñecas. Debido a ello su adrenalina salió a flote, esa extraña sensación de ser violado era algo que no podía evitar pensar, sin embargo por mucho que se resistiese, se notaba lo muy a gusto que se sentía con ese tacto gentil pero juguetón, que sin duda provocaban que sus gemidos aumenten así como esos ansiosos movimientos de cadera.-
**Todas y cada una de las reacciones encantan al esparvus, y es demostrado en la atención que, con su boca ejerce a los pezones del pelirrojo; entre más exhala los dulces gemidos, entre las se mueve a sus reacciones, el azabache más intensifica, tanto las succiones, como las caricias. Soltando momentáneamente sus muñecas, Eberhard susurra la respuesta en su oído, otorgando algunas caricias a su cuello.** Seré todo un caballero contigo... **Dicho aquello, comienza a bajar su boca, pasando la lengua, desde el pecho, hasta el abdomen ajenos; al tiempo que vuelve a aprisionar sus muñecas a ambos lados de su cabeza. Llegando a su ombligo, ejerce un jugueteo sobre el mismo con su lengua, besándolo y succionando levemente.**
SW-User
-Por mucho que quisiera ocultar su "vergüenza" no podía, intentaba ejercer fuerza para que su pierna no fuese apartada pero no logró nada. Esta vez se encontraba atrapado por el mayor, totalmente inhibido y con ese rostro al rojo vivo, tanto por estar en esa posición como por esas palabras que estremecían cada rincón de su ser debido a que estaban siendo pronunciadas sobre uno de sus puntos débiles, la zona más sensible de su cuerpo.- N-no estoy seguro de esto... hace mucho que no hago algo así, sé gentil conmigo. -Suplicó entre gemidos ahogados mientras sus piernas ejercían fuerza para cerrarse, pero no podían ya que el más alto se encontraba entre medio, así como también su espalda se curvó sutilmente hacia arriba por esas estimulaciones, ocasionando que su miembro se endurezca por completo y aumente su tamaño.-
**Si, en efecto, es como si con aquello que hicieron sobre el chico, lo hiciesen nacer nuevamente. Pese a la "resistencia" que le pone, lo encuentra sumamente adorable. Mas a los gemidos, estos generan el el mayor una sensación placentera, y a la vez de poseer en totalidad al chico, por lo que toma su muslo izquierdo, para que este deje de servir como una protección a su miembro, contra sus miradas, apartándolo y, una vez hacho eso, se coloca entra ambas piernas del muchacho, para que no vuelva a cerrarlas. Por su parte, con sus manos, aprisiona las mismas, a ambos lados de su cabeza, usando las propias para sostener sus muñecas.** Eres totalmente precioso... no tienes porque apenarte... **Susurra en su oído, ya teniendo al muchacho sometido a una posición en la que no puede ocultar nada de su cuerpo, para luego bajar sus labios a uno de los pezones, y comenzar a lamer el mismo, así como succionarlo y juguetear con él; con el fin de
