Menciono al colocar la diestra sobre esa superficie que destelló su magia pero que abruptamente le brindó un espacio para que entrarán — Rápido...¡Entra!— Mantenía la mano ahí y de su piel se vió como surgió unas cuantas plumas negras, era la clara contención de la magia.
Se hizo de una sonrisa cómplice. Nadie mejor que ella conoce de posesiones, dada su naturaleza escondida bajo forma humana.
Sin duda alguna, coincidir con ese hombre despertó emoción en Ragnell. Si no mintió, una gran hazaña los esperaba en la cúspide; pocas cosas le ganaban a un dragón por lo que aseguró la victoria.
Lo estoy, y mi arco también. Se plantó a su lado, preguntándose qué clase de enemigo enfrentarían.
— Podría hacerlo, pero es un ser que forma parte del universo...no puede ser únicamente alimentado con cosas terricolas— Su cabello también se ondeo, la corriente del aire cada vez era más salvaje y era normal, algo trataba de detenerlos. — Espero estés lista para llegar a la cima, hay una criatura celosa de ese polvo estelar— Regresó la mirada a ella y un tanto malicioso sonrió, así dió otros pasos para ser detenido por una estela traslúcida que protegía la entrada directa a esa montaña.
Dio un par de pestañeos a lo que escuchaba; ¿alimentar una estrella fugaz con polvo de estrellas que se hallaba en la cima de la colina adyacente? Claro, que ella fuera un dragón sonaba loco pero lo descrito antes era... quimérico.
¿No puedes alimentarlo con otra cosa? ¿Carne? Hay bastantes pescados en el río y se atrapan sin ningún problema. Menciona al seguirle el paso, maravillada por la manera en que el viento ondula la capa, haciéndola semejante al vaivén del mar.
