« Back to Album · Next »
Su primera visita a Terra y ya podía decirse que había pocas cosas que le desagradaran más al dragón que los habitantes de aquella dimensión. Tenía una misión simple, aunque no por eso agradable. Un dragón resguardando un tesoro, a que es inesperado, ¿verdad? El menor de su estirpe, el portador del Trueno, relegado a resguardar un estúpido puñados de joyas. O al menos aquella pintaba daba, que ya mismo se podía oler el hedor a magia negra en algunas piezas de aquella colección. No era afecto a ese tipo de situaciones, más opción no tenía, un dragón no podía hacer más que cumplir(...)
 
This page is a permanent link to the comment below. See all comments »
R1569028 · M
(...) cuando la daba. Por suerte, el resguardo de dicho tesoro había sido elegido en un ambiente propio a su entorno natural; en paraje desértico en medio de la nada. Si se buscaba robarlo, primero tendrían que sobrevivir la travesía por el desierto. Allí no había muchos humanos o seres que le molestaran, le era más cómodo y sencillo pasearse en su forma natural: un dragón que pasaba los 10 metros de alto, pequeño pero rápido. Agazapado contra una roca que le cubría del sol, Rayeir observaba como las pequeñas criaturas propias de regiones como esa se discutían el si debían o no acercarse demasiado, iban y venían, nerviosas por la presencia de semejante bestia.
 
Send Comment

Add a comment...
 
Send Comment