— Y tendrás todos los mimos que desees. — Sonriente se dejó abrazar por el gran dragón, evidenciando de ese modo la cercanía entre ambos seres. Además Kaori utilizo sus múltiples colas para rodearlo, algo que sólo hacia con quienes consideraba realmente cercanos. — Yo a ti, mi adorado dragón. —

— Apuesto que sí, ya me estoy saboreando tus mimos —Con la misma naturalidad con la que la joven había llegado, el dragón fue a tomarla en brazos, estrechándola contra él con todo el cariño y cuidado que pudo — Te echaba de menos, mi querida kitsune.

— Oh mí adorado Rayeir, debes de darme una muy larga lista con todo lo que te debo y a detalle, luego multiplicamos eso y comienzo a pagarte debidamente, cariño. Estoy deseando hacerlo. —

— ¿Y como no extrañar a un ser tan adorable como tú? Me debes muchas cosas, Kaori, anda ya, que me vas a empezar a pagar ya.

— Suena a que alguien extraño mi presencia. No te preocupes, me asegúrare de pasar más tiempo sólo contigo. —

— ¡Pero mira nada más quién decidió aparecer por fin! ~

— Conozco esa mirada en mí querido dragón. —