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"Sí, soy increíble . . . ¡No puedo morir si luzco así de bien!"
About Me About Me
[med]Tan impredecible como encantador, [c=#E57300]Rakan[/c] es un vastaya infame que siempre se mete en problemas, además de ser el mejor guerrero bailarín en la historia tribal de Lhotlan. Para los humanos de las tierras altas de Jonia, su nombre ha sido por mucho tiempo sinónimo de festivales salvajes, fiestas incontrolables y música anárquica. Pocos se imaginarían que este artista energético y viajero también es pareja de la rebelde [c=#802D80]Xayah[/c], dedicado a su causa.
En las antiguas y místicas fronteras de los bosques profundos de Jonia, viven los últimos vastaya Lhotlan. Es un lugar donde la magia se respira como si fuera aire y el tiempo no tiene importancia. Para estas criaturas quiméricas, los reinos mortales se han convertido en desiertos implacables, prácticamente carentes de magia. Pocos están dispuestos a viajar lejos de sus reducidas tierras, pero desde hace mucho tiempo [c=#E57300]Rakan[/c] ha recorrido un camino más arriesgado. Viaja por los bordes de las mayores corrientes mágicas del mundo, como explorador, emisario y compositor para su tribu.
[c=#E57300]Rakan[/c], un rebelde jovial, un artista a quien reciben en cualquier taberna o carnaval de aldeas, estaba satisfecho con las simples aventuras de sus viajes... hasta que tuvo la oportunidad de encontrarse con [c=#802D80]Xayah[/c] en el festival de la cosecha de Vlonqo.
Al verla entre la multitud, [c=#E57300]Rakan[/c] interpretó una de sus antiguas canciones, fascinando al pueblo entero con su brillante plumaje. A pesar de que un sinfín de mujeres, tanto humanas como vastayanas, se habían enamorado de él en el pasado, aquel cuervo violento parecía inmune a sus encantos, aunque no del todo desinteresada. ¿Cómo podía verlo y, aun así, no elegir seguirlo? Era un enigma sin respuesta sencilla.
Intrigado, el guerrero bailarín decidió acompañar a [c=#802D80]Xayah[/c] en sus viajes. Quedó fascinado por la forma en que ella interactuaba con el mundo. Siempre parecía estar preparada, distante y concentrada mientras que él era ignorante, amable y frívolo; pero en cualquier situación peligrosa, peleaban juntos en sorprendente armonía. En poco tiempo, la pareja se volvió inseparable.
Tras meses de cortejo, [c=#E57300]Rakan[/c] comenzó a ver el mundo a través de los ojos de [c=#802D80]Xayah[/c]. E inspirado por el impulso particular de su pareja, se unió a su cruzada para recuperar el poder de los vastaya y todo lo que su gente había perdido.
En [c=#802D80]Xayah[/c], [c=#E57300]Rakan[/c] había encontrado su propósito y su amor.[/med]
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[med]Todos en la taberna se sintieron cautivados por la interpretación de [c=#E57300]Rakan[/c]. Todos, excepto una persona. Cerca de la parte trasera de la taberna mal iluminada, una mujer vastaya que vestía plumas de seda observaba unos mapas mientras ignoraba su estridente ambiente. En una floritura de plumas, levantó su mirada y se encontró con la suya.
Ella asintió hacia el soldado joniano que estaba atrás y [c=#E57300]Rakan[/c] sonrió. Era hora de ser realmente el centro de atención. Bajó del escenario deslizándose por la barra hacia el soldado y con una impresionante patada que envió al hombre volando por los aires, el trabajo del [c=#E50000]Encantador[/c] estaba hecho.[/med]
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En las antiguas y místicas fronteras de los bosques profundos de Jonia, viven los últimos vastaya Lhotlan. Es un lugar donde la magia se respira como si fuera aire y el tiempo no tiene importancia. Para estas criaturas quiméricas, los reinos mortales se han convertido en desiertos implacables, prácticamente carentes de magia. Pocos están dispuestos a viajar lejos de sus reducidas tierras, pero desde hace mucho tiempo [c=#E57300]Rakan[/c] ha recorrido un camino más arriesgado. Viaja por los bordes de las mayores corrientes mágicas del mundo, como explorador, emisario y compositor para su tribu.
[c=#E57300]Rakan[/c], un rebelde jovial, un artista a quien reciben en cualquier taberna o carnaval de aldeas, estaba satisfecho con las simples aventuras de sus viajes... hasta que tuvo la oportunidad de encontrarse con [c=#802D80]Xayah[/c] en el festival de la cosecha de Vlonqo.
Al verla entre la multitud, [c=#E57300]Rakan[/c] interpretó una de sus antiguas canciones, fascinando al pueblo entero con su brillante plumaje. A pesar de que un sinfín de mujeres, tanto humanas como vastayanas, se habían enamorado de él en el pasado, aquel cuervo violento parecía inmune a sus encantos, aunque no del todo desinteresada. ¿Cómo podía verlo y, aun así, no elegir seguirlo? Era un enigma sin respuesta sencilla.
Intrigado, el guerrero bailarín decidió acompañar a [c=#802D80]Xayah[/c] en sus viajes. Quedó fascinado por la forma en que ella interactuaba con el mundo. Siempre parecía estar preparada, distante y concentrada mientras que él era ignorante, amable y frívolo; pero en cualquier situación peligrosa, peleaban juntos en sorprendente armonía. En poco tiempo, la pareja se volvió inseparable.
Tras meses de cortejo, [c=#E57300]Rakan[/c] comenzó a ver el mundo a través de los ojos de [c=#802D80]Xayah[/c]. E inspirado por el impulso particular de su pareja, se unió a su cruzada para recuperar el poder de los vastaya y todo lo que su gente había perdido.
En [c=#802D80]Xayah[/c], [c=#E57300]Rakan[/c] había encontrado su propósito y su amor.[/med]
[med]Todos en la taberna se sintieron cautivados por la interpretación de [c=#E57300]Rakan[/c]. Todos, excepto una persona. Cerca de la parte trasera de la taberna mal iluminada, una mujer vastaya que vestía plumas de seda observaba unos mapas mientras ignoraba su estridente ambiente. En una floritura de plumas, levantó su mirada y se encontró con la suya.Ella asintió hacia el soldado joniano que estaba atrás y [c=#E57300]Rakan[/c] sonrió. Era hora de ser realmente el centro de atención. Bajó del escenario deslizándose por la barra hacia el soldado y con una impresionante patada que envió al hombre volando por los aires, el trabajo del [c=#E50000]Encantador[/c] estaba hecho.[/med]
