Estaba claro que ella como hechicera percibía todo de manera distinta a un simple plebeyo como Rian. Cada vez parecía mas confuso todo. Simplemente no debió sacar ese tema. Solo ayudó a sacar bayas como lo hacia su compañera, sin decir una palabra. Cada vez parecía mas monótono. Pero con la ultima frase parecía que había algo que la inquietaba. Ya que estaban en un nivel de confianza un poco mas grande, interceptó.
—¿Ocurrió algo hechicera? La verdad es que a veces la soledad es cruel y traicionera, he quedado desamparado algunas veces y no hay a quien concurrir. — Dijo con un tono cada vez mas lúgubre.
Cuando ya tenia unas cuantas bayas en sus manos, se acercó a la con su compañera y las dejó caer en el canasto que ella llevaba.
Aunque su mirada estaba fija en el camino, su atención estaba en él, escuchó atenta las palabras ajenas, se iba haciendo una idea de lo que probablemente pasaba con ese chico.
── Es una pregunta difícil...
Se acercó a las bayas aquellas que había indicado el y comenzó a escoger las maduras con total calma, mientras meditaba un poco su respuesta.
── Podríamos decidir quedarnos con una persona, sin embargo por diversas circunstancias terminar alejándose uno del otro en algún punto de sus vidas, la más difícil de aceptar sería... que haya dejado este plano.
Habló sin dejar de hacer lo que hacía con las bayas hasta que mencionó aquello último, se hizo presente un silencio como si hubiese recordado un suceso importante.
Cuando ella alentó el paso para quedar a su lado, el caballero levantó la mirada hasta los ojos de la contraria. Quizá no debería desahogarse con ella, podría causar una mala impresión; pero realmente parecía estar interesada en lo que había dicho.
─ Si, aunque en realidad no tengo certeza, pero podríamos decir que tomamos diferentes caminos... ─ Volteo la vista hasta el camino, ya se veían algunas bayas extrañas por alrededor.
─Dime, ¿Tu podrías estar con una persona para toda la vida Dara-San? ─
Afinó su mirada, percibió una chispa de nervios por lo que le miró de soslayo por un momento, luego noto un cambio, ¿preocupación? quizás, suspiró y volvió su mirada al frente.
── ¿Perdiste a alguien recientemente? ... Aunque lo que dices es verdad, las personas van y vienen, uno debería estar acostumbrado pero... creo que entiendo.
Su paso se alentó pues buscaba caminar a su lado, así podría escucharle y verle con más atención.
─ C-Claro mas frutos... ─ Siguió con el tono nervioso.
Se levantó lentamente de donde estaba sentado y caminó detrás de la hechicera. Llevó ambas manos a sus bolsillos de su pantalón y bajó la mirada.
─ ¿Pensando...? Muchas cosas. Pero entre ellas, son a todas las personas que he conocido a lo largo de mis viajes y he dejado o me han dejado atrás. Se que seguirá pasando... Y tengo temor por eso. ─
Respondió con serenidad, ya llevaba una canasta colgando del arco del brazo, acomodó su sombrero y entonces salió de la posada esperando que él fuera detrás de ella.
── Me dirás, ¿En que estabas pensando antes?
La forma que cuestionó fue gentil, pues no quería que lo tomara como un interrogatorio o entrometida.
Solo lo despabilo cuando los labios de la contraria tocaron su mejilla, fue entonces que le volteó a ver a la chica, le había tomado por sorpresa el beso, pero no encontró las palabras correctas para dirigirse a ella.
— P-Puedo ir contigo.... Si quieres. —Dijo algo nervioso.
Pudiera ser que de vez en cuando una compañía no vendría mal, sino todo lo contrario, además esta mujer parecía ser diferente y no objetivamente por ser una hechicera.
Pocas veces podía disfrutar sin el peso de su armadura en su cuerpo. La posada compartida podía ser relajante. Se sentía seguro. Ni la hechicera pudo distraerlo de sus pensamientos.
— ... ¿Mhm...? ¿Qué dijiste...? — Dijo sin mover ni un pelo de como estaba.
