-Rió suavemente, solía reírse así cuando estaba nerviosa, cuando estaba contenta, cuando sus sentimientos estaban a flor de piel, no podía evitarlo, no era alguien que supiera usar máscaras. Se atrevió incluso a dejar un beso en la mejilla del cuervo, un gesto de complicidad que solo ellos dos compartirían.- Gracias... -Susurró de vuelta, él no lo sabía, pero también le daba razones para continuar.-

Cerro los ojos para concentrarse en las palabras, si estas le daban consuelo el daría lo que fuera por hacer al mundo callarse y seguir escuchando su voz. El abrazo se calmó como su cuerpo; respirando suave, evitando dejar caer su peso en ella equilibrándolo sobre sus talones. Aun no se separaba, no quería, solo un poco más para sentirse curado por este momento. Así duro un rato, en el mismo Qrow se percató que no tenía frío ni dolor. Que la opinión de la gente le importaba poco.

-Gracias- Le susurró en el oído.

Qrow... -Quizás no podía saber exactamente lo que él estaba pensando o sintiendo, pero podía sentir su dolor... podía percibir en la forma que buscaba su consuelo que la necesitaba, y Summer lo abrazó lo más fuerte que sus brazos le permitieron, acarició su espalda, su cuello y su cabello, dejándolo desahogarse de esa forma silenciosa de todo lo que podía afligirle.- Aquí estoy... Y mientras yo esté viva jamás estarás solo... ¿Lo sabes, verdad?

Un extraño dolor le inundo el pecho, no estaba herido y mucho menos enfermo, todo era derivado de las palabras de la chica. Él estaba tan acostumbrado a las palabras de odio como el desprecio de la gente que su hermana llamaba “Familia”, pero ni ellos veía con buenos ojos al chico que una vez fue y que durante tantos años se despreciaba por haber nacido con la mala suerte. Literalmente hablando. Resulta que ésta muchacha le hizo sentir dichoso en unos cuantos minutos; expulso un gruñido y se inclinó hacia adelante, su altura estaba a la par con ella. Sin aviso le rodeo con los brazos temblorosos ocultando su rostro en el hueco del cuello de ella. Ni una palabra de su parte, de todos modos su garganta no le permitía decir nada.

No ha pasado algo malo hasta ahora... ¿O si? -Se sentía cálido cada vez que por impulso se aferraba de él de esa forma, esos sentimientos revoloteaban en su pecho haciendo que incluso doliera, pero no era una sensación desagradable.- Yo confío en ti... No quiero que te culpes por nada de lo que pueda suceder en un futuro, ¿Está bien? Eres mi ave de buena suerte... He tenido suerte de conocerte, de compartir contigo todo este tiempo.

Sin que lo esperes, algo malo puede pasar; vasos rotos, algún raspón o fallo al manejar tu arma. Cualquiera de esas cosas o incluso tu muer…- Se detuvo, notaba que tenía la mano cerrada, el palpitar de la misma llego después junto con un dolor agudo, ¿Mala suerte? Si fuera así al menos no fue a nadie- ¡Pff! Lo que faltaba para mejorar el momento.

-Le preocupaba cada vez que Qrow hablaba de esa manera tan pesimista y Summer no era una persona capaz de ocultar sus emociones, se notaba en su rostro afligido.- Y menos voy a saberlo si no me lo explicas... Solo te escucho decir que es malo tenerte cerca, pero para mi es todo lo contrario. No se que haría si no estuvieras aquí. -Quiso apoyarlo, podía sentir que su alma sufría y sin dudarlo se abrazó de él.-

-Se gira quedando frente a ella y dejando caer su diestra de manera suave en la cabeza de la chica- No creo que alguien sea capaz de derrotar a tu equipo, Summer, pero- Su semblante era más serio y deprimente- Honestamente debieron pensar mejor a la hora de acomodar los grupos, sabes de mi semblanza y de lo que esta puede hacer. No la controlo, dudo mucho que se use para algo bueno. Corres mu…Corren mucho riesgo al tenerme cerca, pero Ozpin no quiso darme un cuarto solo para mí y Glynda me prohíbe dormir afuera- Suspira.

¿Para que nuestros enemigos no noten cuando sangramos?... -Se acercó a él para tomar sus mejillas con ambas manos, y dio una suave caricia con su pulgar.- Deberíamos estar orgullosos de teñir nuestra ropa de rojo, Qrow. No lo hacemos por nosotros mismos, no somos egoístas... Lo hacemos por quienes no pueden defenderse a si mismos. Y aún así quiero ser un poco egoísta. Me duele pensar en que en cualquier momento podría perderte... -Hizo una pequeña pausa y se mordió ligeramente el labio inferior.- Perder. Perder a mi equipo...

Deja caer los hombros- No dudes que dentro de poco se manchará de rojo- Su tono ya era distinto al de hace unos minutos- Ahora sé porque los cazadores van de rojo-