Una joven de larga cabellera dorada y ojos azules como el cielo de aquella tarde deambulaba por un sitio desconocido '¿Distrito Financiero?' O por lo menos era como los habitantes solían llamarlo. Enormes edificios se erguían ante ella, mientras multitudes de gente se movían con apresuro, seguramente para llegar a sus oficinas.
De pronto, a lo lejos pudo observar a una chica de curioso aspecto, no se veía igual a las demás personas, así que decidió acercarse.
Se disponía a entrar por la puerta principal acompañado de ella, por suerte al ser de noche, los trabajadores ya no estaban, hizo uso de el ascensor y así se dirigía al último piso accesible.
Tras seguir avanzando en la avenida principal, este notó la sonrisa de su querida Q, algo que le alegró, su avance continuó y el taxi les dejó enfrente de aquél rascacielos el cuál era su hogar, y también su empresa.