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—Cada vez era más difícil el mantener aquella máscara de la chica despreocupada, de niña alegre… habían veces en la que su mente ya no soportaba el cansancio de fingir, más ¿Quien le entendería?

¿De qué servía el hablar si nadie entenderá lo que se sufre?
¿A quien poder contarle todos sus temores sin condenar su alma?—
 
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Prueba · 22-25, F
—Forzo a cerrar sus ojos mientras rogaba en sus adentros despertar y verse en su cama como siempre pasaba luego de una de sus pesadillas, pero su piel erizada de miedo y sentir esa especie de respiración en su costado que acompañaba aquella voz.

Como pudo se levantó con los ojos cerrados y corrió al lavamanos dónde abrió la llave del agua y con ayuda de sus manos mojó su rostro varias veces antes de contemplar su reflejo con asombro.

Tras las grietas no se observaba a si misma, o no a la Noha que acostumbraba a ver, del otro lado se observaba una figura negrusca, podía diferenciar la presencia tras del espejo con la criatura de sus pesadillas.—

Mach es, Noha, du weißt, es gibt nur wenige Möglichkeiten, um zu verhindern, dass du explodierst.


—Volvio a repetir la acción de empapar su rostro con agua fría hasta que la habitación volvió a la normalidad, con pánico arreglo el vidrio del baño y salió en huida de ese lugar para encerrarse en su habitación.
Nexialist · 26-30, M
-Es inútil siquiera escapar, el suelo parece teñirse con la luz carmesí como si fueran faros cubiertos de sangre. Como si el monstruo fuera toda la habitación, como si ella estuviera mirando desde dentro del propio.

El susurro la sigue, la envuelve en su propia debilidad mientras la voz juvenil lo regocija y llena de energía, la está segando con su tortura. Para él y para ella serían "clases prácticas" si se hubieran puesto de acuerdo, lo considera como parte de su trato.

Pareciera que se está posando como un mero respaldo, realmente no está ahí y no se puede ver nada más que el mero reflejo de su expresión abominable al hablar.- Busca un cuchillo, un trozo de cristal. Cada corte por cada palabra callada. -Y poco a poco la voz se aleja como si fuera su último ofrecimiento, su último consejo. ¿Siquiera se trataría de él quien le habla o tal vez sólo era parte de un mal sueño? Quien sabe.-
Prueba · 22-25, F
—Su cuerpo se tensó de repente, sus manos se clavaron en sus orejas cubriéndole de la labia sádica y cruel del verdadero demonio.

No sé atrevía a levantar la mirada del suelo, solo podía contemplar el suelo mientras su cuerpo temblaba de miedo, por mucho que se esforzará, los recuerdos de aquella tortura psicológica, dónde sentía como su cuerpo era rasgado, mutilado y destrozado mientras era conciente de cada herida.

Sentir esa voz justo a su costado, temía voltear y encontrar aquella diabólica mirada comerle el alma sin necesidad de tocarle ni un pelo, solo podía temblar y balbucear cosas incoherentes.—

No puedo... No pienso ir por allí contándole nada nadie.

—Comento con un hilo de voz, señal de estar a unos pocos pasos de estallar en llanto por el ataque de pánico que luchaba por explotar.—
Nexialist · 26-30, M
-Y como si hubiera algo tras el espejo unos ojos rojos se abrieron con un fulgor infernal tan cálido que helaría la carne que tocara con su luz. El odio latente parece abalanzarse sobre la chiquilla pero nada más es la propia agresividad de un demonio desencadenado de tormento.

Un enorme pico, plumas entre carne sin piel que exhuma podredumbre mientras los cachos de carne caen como gotas de sangre. Como si fuera una interminable descomposición en un monstruo que simula tocar el techo.

Finalmente otro susurro tan cercano como para estar detrás de ella, tan pegada a su oído como para arrancárselo de una mordida. La voz es una distorsión de otras tantas, muchas graves y alguna aguda. La peste de muerte era vomitiva, la perseguía hasta el suelo donde creía verla echada con tanta vulnerabilidad.-

Deja a la máscara romperse. -Se ve en el reflejo como la abominación que realmente tiene al otro lado de las cadenas, hablando entre sangre y almas.-
Prueba · 22-25, F
—Por primera vez en lo que recordaba, un espejo podía reflejar la forma en la que se sentía, y como en verdad se veía por dentro.

Más aquel susurro casi inexistente le obligó a cerrar los ojos con fuerza para contener las lágrimas, no por el dolor de las heridas de su mano, si no por que esa simple frase era cierta.

Era débil, y por mucho que fortaleciera su exterior, su débil y fragmentado interior lleno de dudas, temores y malestares encerrados eran los que le obligaban a portar aquella máscara que con cualquier brisa caería dejándole expuesta.—

Lo se... Sé que soy débil señor Meph, no necesito de su "apoyo" para ver lo extraño obvio.

—Dice en un susurro mientras se sienta en el suelo en busca de calmarse y poder salir de aquella habitación fingiendo estar bien.—
Nexialist · 26-30, M
-Es casi un susurro, algo impertinente que un desdichado puede decir en un volumen tan sutil como la respiración propia de un bebé.

"Débil" dice aquella voz casi de consciencia.

Es un timbre irreconocible pero de cierta forma deja sin dudas de dónde puede provenir. Después de todo es una atadura que viene de algún lugar y se aprieta alrededor de su alma.-

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