Me olvidaba ese defecto, es un gusto de nuevo, Sam.

Ah, cierto.

-Se acercó a la puerta de la cocina y le dio dos fuertes golpes con la punta de los nudillos.-

Con permiso.

-Que sarcasmo tan malo y lleno de mal humor, la mirada del azabache destacaba la indiferencia que tiene ante esos pedidos tan nimios. Aunque luego de eso se retiró con pie firme.-

El es Jonh, mi maestro de magia y por lo general siempre entra de esa manera a la casa, ustedes dos se "conocen" desde hace tiempo, tu fuiste quien nos presento.

—Comenta mientras le mira con calma para que ella también se relajara un poco.—

Porque este sujeto entró así a la casa?

-eleva una ceja en lo que se aparta de Noha pero la pone detrás de si en un instinto protector-

El que estemos vinculados, señor Jonh, no significa que pueda ser descortés y no llamar a la puerta antes de entrar. —Dice mientras se deja apashurrar por su madre.—

Justo como te enseñé. -Otra vez se coló en casa de Sam, ni siquiera hace falta usar algún saber. La puerta estaba abierta.-

-la apushurra y llena de besitos en ambas mejillas-