PortgaDAce

[code]Su entrada fue glamurosa y despampanante era una verdadera obra de pesadilla andante, las corrientes calorías bramaban con el impacto de la gama de colores que ambos artistas realizaban con el lienzo de su intenso y pasional espíritu belicoso llameante. La gran magnitud de su poder se mezclo dando un nuevo color infernal que eclosiono con el estallido de una potente explosión que danzaba con hermosura junto a la foránea luz devastadora hostil de sus creadores alcanzando su culminación en el cielo.

Rugió la madre tierra sintonizando dede sus entrañas los fuertes lamentos que cubrieron los edificios que en parte yacen destruidos por la gran ola calórica. Bendecido con la protección abrasadora de su don y vestidura consagrada con una aleación más dura y resistente a la tiranía de la furia de sus combatientes. Dabi resistía a la calamidad, gracias a sus batallas anteriores, ha ganado experiencia en sus batallas ofreciendo una adaptación maleable ante cualquier tipo de situación. Sin restringir por ello el movimiento incandescente de sus flamas azules.[/code]



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Gracias a la poderosa onda de choque que se esparció en el campo de batalla, se recreo una fuerte ventisca que permitió al azabache alejarse con el impulso de las grotescas corrientes de aire, que con anterioridad, sirvió para el aumento del poder de ambas llamas dándole la potencia para escaparse de las garras de la muerte. Y no quedar atrapado en el epicentro donde mayor grado de destrucción recibió. [/code]



[code]La escena promete ser perturbadora: un marco de destrucción, con el avance de una figura agreste reduciendo todo a cenizas. Aquél ser que sobrevivió a la injuria del caos, enmarcando la personificación del mal, una que devela solemnemente infausto, bien sea por la placidez de su rostro o aquella ligera mueca en su labio en forma de sonrisa hilarante.[/code]




—La diversión aún no termina, no hasta que te mate y gane mi recompensa. — [code]Murmuró, casi para sí mismo dejando una clara declaración de continuar con la batalla. Pese a las leves heridas, avanza sigilosamente ocultándose tras las cortinas de humo en espera de la aparición o sonido que revelara la ubicación del pirata. Relajo su cuerpo, a pesar que en su rostro devela una malicia única e irreconocible. [/code]