Le mordió la mejilla solo porque si, lo miro cuando uso aquel aparato llamado teléfono, venia de tiempos pasados, casi de la época de los samurais habían cosas demasiado nuevas para ella, pese de haber sido invocada varias veces habían objetos que no dejan de sorprenderla. —¿Que es vivir bien? –ladea el rostro sonriendo cuando vio aquel guiño y lo imitó llegando a mostrar sus colmillos. —¡Yo te ayudare! Lo que quieras lo conseguire para ti porque ambos juntos somos más fuertes — y tras emoción de euforia que despertó en ella se notó el como su cuerpo se hizo un poco más grande, más largo, simulando una edad adolescente con el cabello incluso más largo haciendo que el sello en la mano de Ryosuke le ardiera un poco. Tuvo que acomodarse a su lado levitación ya no podía balancearse como quería en su hombro, fue algo natural para ella pero a ver como reacciona su máster.