Y como buen idiota, Denji estaba listo para el ataque de Power, sin embargo, antes de que comenzara su batalla campal el mesero los interrumpió, provocando que el rubio se calmara un poco, sin embargo, el ceño fruncido volvió a aparecer en el cuándo vio la forma de atenderlos del mesero, molestándose con toda la razón.
━ ¡Mira quien lo dice! Tú no te has bañado en dos semanas. ¡Apestas horrible! Ugh... ━
Se tapó la nariz inmediatamente, notando las miradas ajenas y volteando hacia ellos para sacarles la lengua en forma burlona, provocando que desviaran su mirada.
Se preguntaba en voz baja que le pasaba a la gente ya que siempre era igual, sin embargo, salió de su trance al ver aquellos platos enormes llegar a su mesa, que solo con el olor abrieron el apetito del devil hunter, babeando incluso.
━ ¡El último es Aki! {?} ━
Responde mientras toma los palillos, preparándose así para la batalla.
Power estuvo a punto de saltarle encima, Nyako no estaría de acuerdo en que no se defendiera ante tanta provocación. Pero, antes de que pudiese hacer cualquier cosa, el mesero se acercó a su mesa para tomarles la orden. Parecía querer evitar el contacto visual, así que la cazadora solo lo vio garabatear algo en su libreta y desaparecer por la puerta de la cocina a toda prisa.
—Diablos, rufián, debes tener muy mala pinta, ¡estás intimidando a las personas!—Gritó acusatoriamente mientras que una familia sentada no muy lejos los observaba con una mezcla entre curiosidad y miedo.
Instantes después, el mesero regresó con dos grandes tazones atiborrados de fideos, carne, huevos y otros ingredientes que Power no pudo reconocer, pero que rogaba, no tuvieran vegetales.
Los dos volvieron a quedar solos. Por fin era momento de comer.
—¡El último es un humano!—Exclamó una vez más de manera competitiva, y tomó ambos palillos.
Denji se encontraba de mal humor debido al hambre, sin embargo, no tenía deseo alguno de pelear, por lo que dejó a Power hacer lo que quisiese, caminando detrás de ella en silencio y con el ceño fruncido, llegando así al gabinete donde se sentaria en el lugar frente al del demonio, tomando ahí un menú para (intentar) leerlo, sin lograrlo de igual manera.
— HAHA Idiota, es porque no sabes leer. — Si, obvio no desaprovecharía la oportunidad para reírse de ella, pasando después a fruncir el ceño al escuchar como llamaba la atención del mesero, sin embargo, este enojo pasó rápidamente al escuchar la petición de la poseída de la sangre.
Al llegar al establecimiento que estuvieron buscando, Power deslizó la puerta corrediza y entró como si ella fuese la invitada especial de aquella tarde. Miró en todas direcciones, y cuando encontró un pequeño gabinete, se dirigió hasta él y se dejó caer sobre el acolchado asiento. Esperó a que Denji la acompañara, y tomó uno de los menús, que escudriñó con la mirada como si tratara de identificar jeroglíficos. La paciencia no le duró mucho y lo aventó sobre la superficie de la mesa.
—¡Sí, bueno, lo que sea! Humanos desconsiderados, ¿cómo se supone que entienda esta porquería si no son inclusivos con los demonios?—Sí, había aprendido esa palabra la noche anterior mientras pretendía ignorar el discurso de Aki.—¡Tú, bellaco!—Gritó mientras señalaba a uno de los meseros que se había atrevido a observarlos por más de tres segundos seguidos—. ¡Trae aquí dos enormes tazones de ramen con todo lo que les puedas poner!—Ordenó—. ¿Eso está bien, granuja?—Le dijo en voz baja a Denji.
