Se acomodó en cuclillas, tratando de estar a la altura del felino, y lenta y cuidadosamente acerco su mano. Ya estaba predispuesta a recibir una mordida, pero solo acerco su mano lo suficiente para que el animal percibiera su aroma. — Creo que tienes razón. Si no estuviera en confianza, ya se hubiera marchado. —
La pequeña gatita volvió a soltar un profundo bostezo y ella pasó sus dedos largos entre las pequeñas orejas.
—Es muy curioso el efecto que provocan los gatos. En un principio pensé en comerme a Nyako, pero... ella es mucho más agradable que los humanos o los demonios—contó mientras arrugaba ligeramente la nariz—, así que no pude hacerlo.
La cazadora desvió su atención hacia las manos de la chica, entornando los ojos al ver las cicatrices.
—Ese es su instinto, es algo que no pueden evitar. Pero, si decidió quedarse contigo, es porque le gusta tu compañía. Podría firmarlo.
SW-User
Mmm.. entiendo. — Permaneció frente a la joven, observando cómo su mascota se relajaba en su regazo. El lazo que las unía era obvio. — Estoy segura que Nyako sí cree que eres su heroína. Yo también tengo un gato, pero el llegó solito a mi apartamento y ya no se quiso ir. Aunque creo que no le agrado del todo. — En ese momento le mostró sus manos, cubiertas de rasguños, algunos más nuevos que otros.
Power apenas levantó la mirada, pero al ver de quién se trataba, la invitó a acercarse.
—¡Se llama Nyako! La encontré cuando estaba pequeña y hambrienta. No tenía a nadie en el mundo. Así que podría decir que soy una especie de heroína, ¿sabes?—Presumió mientras inflaba el pecho.
