—Cuando le atrapó de las mejillas solo soltó una pequeña risa mientras escuchaba sus palabras, era la primera vez que le llamaban "perro" indirectamente, aunque quizás su amabilidad o que viniese de ella fue motivo suficiente como para hacerlo tomar ese hecho como un cumplido y no algo despectivo, el mismo se reconocía igual de torpe que un can. Alzó ambas manos y sujetaría las muñecas ajenas, más sin fuerza alguna, solo para afianzar la cercanía, cerrando los ojos y manteniendo su sonrisa impecable.—

Bueno, no soy un perro, pero si fuera uno probablemente me gustaría estar con alguien tan calido como tú Rosie, sin duda es algo que debe gustarles a ellos.

—Respondio una vez abrió los ojos y mantuvo la mirada en los ojos contrarios, pasando entonces a tornar un pequeño tono carmesí sobre sus mejillas, siendo esto al ser la primera vez que ponía tanta atención al rostro contrario.—