—Entonces al ver como las paredes y las cosas se empezaban a deformar, sin remedio resbaló hacia los postores, de los cuales, usó su cabeza como una especie de soporte para saltar de un lado a otro, hasta llegar a una ventana, ella, no era una felina común, más rápida y ágil, apenas podían verse y sentirse sus movimientos, y seguiría luchando, tratando de escapar, evadiéndolos a todos, si alguien la llegase a capturar, sería un martirio tenerla encerrada en contra de su voluntad, siempre intentaría escapar de una forma u otra.—

« Que criaturas tan incompresibles » como se aferran a sobrevivir y eso hacia más especial la cacería. No sería divertido sin un poco de resistencia.

Expandió partes de su cuerpo en objetos pequeños y oscuros, cobraron vida; se retorcían, olían a muerte y dejaban un camino baboso a su paso. Gusanos oscuros como su existir inundando los agujeros en paredes, puertas, perillas, ventilación y cloacas cualquier vía de escape. Otras escalando por las cortinas detectando el calor de los cuerpos vivos a su alrededor. — No es una broma.— En verdad lo haría. Romper unos cuantos huesos sonaba fascinante.

—Los gatos son criaturas sumamente flexibles, que alcanzan lugares que los humanos no puedes con facilidad y de hecho se ocultó muy bien en la ventilación y no hizo ninguna especie de ruido, mientras buscaba alguna manera de escapar, definitivamente no le haría sencilla la tarea de venderla, lucharía hasta su último suspiro por su libertad. —

Su transformación en vivo solo aumentaba más el interés de los comensales no solo monetario, si no en una retribución de bienes mucho mayor a lo esperado. Pero comenzó a huir en una extraña forma enana y rosada, corto la transmisión en vivo « fallas técnicas » por así decirlo.

No estaba enfadado pero si interesado en el broche de oro que se había encontrado. Jalo el telón para hacerla caer de ese lugar algo y aunque huyera por la ventilación un enorme tentáculo negro, extraño y caso salido de la nada apareció para opacar las salidas. Aquí nació la incógnita. ¿Qué era él?. — Detente o voy a tener que arrancarte las patas.—

—¿Todo era real? ¿Si la pensaba vender? Entonces empezó a sentir una desesperación que nunca antes había sentido, y con sus dientes afilados despedazó la cinta que le cubría la boca.— ¡Si alguien me compra, en el momento en que me liberen, morirán! ¡Se los advierto! —De pronto los ojos de la joven empezaron a encenderse en un color lila y las pupilas de sus ojos se adelgazaron, como las de un autentico felino, su cola estaba eriza, como un gato furioso, comenzó a mover las cadenas, entonces, dejándose llevar únicamente por su instinto animal, comenzó su cuerpo a transformarse en el de un gato doméstico, al ser así de pequeño, las cadenas se vencerían y caerían al suelo, de un ágil salto se trepó hacia aquel telón y comenzó a correr hacia la ventilación del lugar.—

| (╯°□°）╯︵ ┻━┻ (?)

— Silencio.— Fue increíble cómo esa aura se transforma en una cripta, oscura y fría. Había hablado en serio y aunque nunca le contó cual era el modus operandi que maneja pronto lo iba a descubrir de muy mala gana.

Abrió la subasta. Coloco la máscara oscura sobre su rostro y el telón se abrió: « Maelstorm » en la web profunda, uso un moño rojo atado a un trozo de cuero en la pantalla y manejado por un tercero se inició el juego.

" 1 millón de yenes por la chica gato. "

Y subió y subió y subió y continuó subiendo como espuma. Dada que era una venta ilegal todos sus comensales eran anónimos y esa era la ruleta rusa de esa noche.

¿? —Su plan de manipularlo no funcionó, ahora estaba peor, con cinta en su boca, sin comer, todo pintaba oscuro para ella ¿Qué sería de su destino? ¿Realmente sería vendida? Cerró los ojos y al hacerlo una pequeña lagrima rodó por su mejilla, liberarse parecía un sueño imposible, y si se transformaba en felina ahora, con la poca energía, es posible que no pudiera regresar a su forma humana.— ... Mmhhhnyar... ~

Le cayó la pedrada, seguido de un yunque de 6 kilates que irónica había sido para destapar esa parte de su acuerdo. — No debiste abrir la boca. — Tomó un poco de cinta adhesiva esa lengua larga le daría problemas. Solo tenía que hacer una cosa y era ir tranquilamente a su « nuevo hogar » en espera de nuevas instrucciones.

Después de todo, venderla ¿Así nada más? Era una mina de oro para pervertidos y captores peligrosos, le ahorraba mucho el trabajo pesado.

— Ella pensaba únicamente en que necesitaba comer para poder escapar, el transformarse en felina completa era su último as bajo la manga, suspiró y agachó la cabeza, fingiendo resignación.— ... Pero necesitas darme de comer y beber, sino moriré y así te darán menos dinero por mi. Tengo mucha hambre. —Le miró de reojo, en aquella posición su cabello cubría parcialmente uno de sus ojos, en espera a lo que su cautor diría.— Pensé que me querías para hacerle compañía a tu gata, ahora ella se sentirá sola...

— No tienes voto en esto. Habrá buenos postores tal vez no simpáticos y posiblemente huelan peor que las cloacas, pero no es importa.— Ignoraba que estaba buscando como soltarla aunque ¿Qué importa? Podría vender a las dos de tener la oportunidad o esclavizarlas, hundir sus vientres de bacterias a ver qué resultaba de eso.— Vas a lastimarte si haces movimientos innecesarios.— Hizo una bola de papel y le dio justo en la frente.