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La constante sensación de vacío parecía aferrarse con todas sus fuerzas a ella. Por más que intentase, la muerte de Pietro y Vision arrasaban en su día a día; lo que fue un atisbo de felicidad había sido arrancado de sus manos con la facilidad y egoísmo con el que se desprenden los pétalos de una flor. Contar con el apoyo y compañía de los Vengadores no fue suficiente. Nadie ni nada escalaba al amor que tuvo por su gemelo, ni a la compatibilidad y comprensión que encontró en la candorosa mirada del sintezoide.
Si los días se regían por la monotonía, ¿qué caso tenía seguir ayudando al equipo de súper héroes?
Wanda aprendía de sus poderes en cada misión, mas nunca imaginó hasta dónde podrían escalar una vez mezclados con el remolino de emociones anidado en su pecho.
{...}
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WandaM · 31-35, F
Frunció el ceño. ¿De dónde había salido aquel muchacho? Sus sentidos, por lo regular, le advertían la presencia o cercanía de otros.
Pero, en cuestión de segundos, se hizo de un abrazo con la tristeza y sucumbió a la fragilidad. Nada ni nadie podría traerle de regreso a Pietro ni a Vision. ¿Con qué fuerza se enfrentaría a la vida?
— No puedes. Nadie puede hacerlo — Hizo un amago por retirarse, mas algo desconocido evitó que sus pies se movieran.
“Curiosidad”.
— ¿Quién eres? —
Pero, en cuestión de segundos, se hizo de un abrazo con la tristeza y sucumbió a la fragilidad. Nada ni nadie podría traerle de regreso a Pietro ni a Vision. ¿Con qué fuerza se enfrentaría a la vida?
— No puedes. Nadie puede hacerlo — Hizo un amago por retirarse, mas algo desconocido evitó que sus pies se movieran.
“Curiosidad”.
— ¿Quién eres? —
WandaM · 31-35, F
Levantó la mirada con una pizca de incertidumbre. Cuán alto pecó de ingenuidad al creer que los matices tristes del cielo serían suficiente excusa para mantener a los demás alejados. Nunca fue de expresarse frente a otros —que no fuesen Vision o Pietro—, así que, sin premura, retiró los vestigios húmedos de tristeza de su rostro, adoptando una actitud a la defensiva en su lugar.
— No — Respondió a secas, revelando el acento de su nacionalidad que más tarde, por azares del destino, reservaría en sus recuerdos. Quizás el desahogarse en un espacio público la había hecho bajar la guardia, pero estaba a tiempo de enmendarlo.
[...]
— No — Respondió a secas, revelando el acento de su nacionalidad que más tarde, por azares del destino, reservaría en sus recuerdos. Quizás el desahogarse en un espacio público la había hecho bajar la guardia, pero estaba a tiempo de enmendarlo.
[...]
OswaldCCobblepot · 31-35, M
Tal vez solo estuviera paseando al igual que él por la zona, pero a sabiendas de que asesinó a un tipo hace apenas unos minutos y cerca de ahí, pues no es que le transmitiera muy buenas vibras en principio. Lo mejor era asegurarse.
OswaldCCobblepot · 31-35, M
Pudo sentirlas provenir justo de a sus espaldas y apretó los labios mientras por su mente cruzó un pensamiento: “¿Será algún fisgón o conocido de a quien acabo de matar?”. La desconfianza en su vida estaba más que a la orden del día.
No se movió hasta que los pasos los sintió más y más cercanos. En cuanto lo vio oportuno, dio media vuelta con una déspota y altiva sonrisa en los labios. Su cabeza la inclinó sutil hacia un lado en cuanto cruzó su vista con la de la joven muchacha. Hasta el momento no se tomó la molestia o el interés por analizar más en profundidad la posición de la chica, pero en caso de estar equivocado ya lo descubriría.
—¿Hay algo que pueda hacer por ti? —interrogó con una voz falsamente amistosa sin despegar su vista de la fémina.
No se movió hasta que los pasos los sintió más y más cercanos. En cuanto lo vio oportuno, dio media vuelta con una déspota y altiva sonrisa en los labios. Su cabeza la inclinó sutil hacia un lado en cuanto cruzó su vista con la de la joven muchacha. Hasta el momento no se tomó la molestia o el interés por analizar más en profundidad la posición de la chica, pero en caso de estar equivocado ya lo descubriría.
—¿Hay algo que pueda hacer por ti? —interrogó con una voz falsamente amistosa sin despegar su vista de la fémina.
OswaldCCobblepot · 31-35, M
Aprovechando el solitario lugar, no dudó en asegurarse de nueva cuenta de que oficialmente no existieran miradas curiosas que entorpecieran el momento. Con ello más que confirmado, tan solo el fuerte zumbido del disparo rompió con el ensordecedor silencio que solo era opacado por la tormenta.
Mientras sus hombres se encargaban del resto, a pesar del temporal, creyó que no le vendría mal pasear un poco por la zona. Y así, nada más tomar el paraguas de las manos de su matón, comenzó a apartarse de ellos. Con su delatadora y tan característica cojera inició con su camino. Era extraño como los días lluviosos le instauraban cierta paz a su alma a pesar de que muchos de los peores momentos de su vida fueron precisamente con un temporal como aquel.
Luego de varios minutos de trayecto, frenó sus pasos cuando escuchó algo totalmente ajeno al clima. El chasquido de las hojas fueron suficientes para ponerse alerta.
Mientras sus hombres se encargaban del resto, a pesar del temporal, creyó que no le vendría mal pasear un poco por la zona. Y así, nada más tomar el paraguas de las manos de su matón, comenzó a apartarse de ellos. Con su delatadora y tan característica cojera inició con su camino. Era extraño como los días lluviosos le instauraban cierta paz a su alma a pesar de que muchos de los peores momentos de su vida fueron precisamente con un temporal como aquel.
Luego de varios minutos de trayecto, frenó sus pasos cuando escuchó algo totalmente ajeno al clima. El chasquido de las hojas fueron suficientes para ponerse alerta.
OswaldCCobblepot · 31-35, M
Con paraguas en mano, uno de sus matones cubría su menuda pero imponente apariencia de la desvergonzada lluvia que amenazaba con humedecer su tan exquisito atuendo. Y mientras ello sucedía, observaba al pobre hombre que ante él suplicaba clemencia por su vida, quien se arrastraba hacia él y apretaba entre sus manos la oscura tela de su pantalón.
Oswald arrugó su rostro en una mueca de desagrado y, tan pronto como le apartó un poco al empujarle con su bastón, no dudó un instante en golpearlo con el mismo en plena mejilla para dejarlo tirado por los suelos.
¿Realmente el mundo era tan estúpido como para creer que él sería clemente frente a un traidor? No, jamás. Nunca más permitiría que nadie se riera o burlase de él.
Oswald arrugó su rostro en una mueca de desagrado y, tan pronto como le apartó un poco al empujarle con su bastón, no dudó un instante en golpearlo con el mismo en plena mejilla para dejarlo tirado por los suelos.
¿Realmente el mundo era tan estúpido como para creer que él sería clemente frente a un traidor? No, jamás. Nunca más permitiría que nadie se riera o burlase de él.
WandaM · 31-35, F
¿Qué tenía que sacrificar para recuperar lo que llegó a llamar “felicidad”?
WandaM · 31-35, F
Una chaqueta de cuero carmesí cubrió las sutiles manifestaciones de tristeza en su cuerpo, y decidida a liberarse de esa inhóspita soledad, optó por salir a caminar, a pesar de que en el cielo las matices grisáceas atentaban con el caer de la lluvia, pero, de quedarse encerrada en “casa”, entraría en un estado de depresión del que jamás saldría. Sin embargo, algunos ajustes a su hogar pasaron desapercibidos una vez cerró la puerta principal.
Suspiró brevemente. Fue una pésima idea abandonar la protección de cuatro paredes. El sonido de las hojas paseando en el solitario parque golpeó sus oídos e hicieron eco durante algunos segundos. Intentó concentrarse en algo más que la imagen de Vision siendo atacado por Thanos, o el sentimiento que la arrobó cuando Pietro partió a un lugar donde no podía alcanzarlo...
Para su suerte, las lágrimas corriendo por sus mejillas se disolvieron con las primeras gotas de lluvia.
—
Suspiró brevemente. Fue una pésima idea abandonar la protección de cuatro paredes. El sonido de las hojas paseando en el solitario parque golpeó sus oídos e hicieron eco durante algunos segundos. Intentó concentrarse en algo más que la imagen de Vision siendo atacado por Thanos, o el sentimiento que la arrobó cuando Pietro partió a un lugar donde no podía alcanzarlo...
Para su suerte, las lágrimas corriendo por sus mejillas se disolvieron con las primeras gotas de lluvia.
WandaM · 31-35, F
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La constante sensación de vacío parecía aferrarse con todas sus fuerzas a ella. Por más que intentase, la muerte de Pietro y Vision arrasaban en su día a día; lo que fue un atisbo de felicidad había sido arrancado de sus manos con la facilidad y egoísmo con el que se desprenden los pétalos de una flor. Contar con el apoyo y compañía de los Vengadores no fue suficiente. Nadie ni nada escalaba al amor que tuvo por su gemelo, ni a la compatibilidad y comprensión que encontró en la candorosa mirada del sintezoide.
Si los días se regían por la monotonía, ¿qué caso tenía seguir ayudando al equipo de súper héroes?
Wanda aprendía de sus poderes en cada misión, mas nunca imaginó hasta dónde podrían escalar una vez mezclados con el remolino de emociones anidado en su pecho.
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