Acompañó sus carcajadas, para luego terminar su fruta y tomar un largo trago de limonada. Se ató el pañuelo que llevaba en la muñera alrededor del cabello, formando un improvisado gorro para protegerse del sol y continuó armando la corona de flores que había comenzado tiempo atrás. —Esto es un desastre. —Confesó mirando su artesanía mientras intentaba ver si podía arreglarla de alguna manera.
-Solto una carcajada dejándose caer sobre la sábana realmente le hacia falta reír como aquella tarde no le incomodaba por eso si no por el hecho de que apesar de haber podido controlar la mayoría de su poder habían veces que no podía.-
Notó de inmediato el cambio de actitud en Eiffel, y su expresión se ensombreció, arrepintiéndose de haber formulado esas palabras. Había escuchado algo, pero siempre pensó que eran una broma elaborada y no una posibilidad real. Acercó una de sus manos hacia la hija de Demeter y la apretó de forma leve, intentando reconfortarla. No había sido su intención ponerla incómoda y después de todo, si alguien sabía de problemas para controlar sus poderes, era ella.
—Esas cosas pasan y ¿sabes? creo que unas piernas bananas no me quedarían mal. —Bromeó para intentar aliviar el ambiente, mientras con sus poderes creaba la ilusión momentánea de que las piernas de Ophelia se habían transformado en bananas por unos segundos. Al mismo tiempo, dejo la corona de flores de lado y comenzó a pelar una banana.
-Después de una larga semana en cuidar las plantas y frutas que ella y sus hermanos habían plantado no había tenido mucho tiempo de visitar a sus amigos por lo que tener un Picnic al aire libre sonaba más que bien más si era en compañía de una de sus amigas más cercanas aparte de Cyrene, Helena y Renata y de los muchachos era agradable compartir tiempo con todos ellos, luego de abrazarle tomo asiento sobre la manta comiendo y charlado hasta que ella preguntó aquello lo que la hizo ponerse algo seria y responder-
Si bueno no es como que desee que esa persona le cambie alguna parte del cuerpo a veces pasa sin querer
Así que una vez que las provisiones estuvieron listas, partió hasta la ubicación elegida y en cada paso, sentía como el estrés acumulado comenzaba a desvanecerse, dejando un lugar para una gran sonrisa.
Al ver a Eiffel acercarse, la recibió con un gran abrazo y se sentó en su lugar del mantel, donde la comida que había traído descansaba en bandejas y los rayos de sol bailaban entre las hojas de menta de la limonada. Luego de desahogarse y varias risas, una cosa llevó a la otra y Oph se animó a preguntarle algo que venía carcomiendo su cabeza desde la noche anterior.
—¿Puedes convertir....ya sabes...partes del cuerpo humano en frutas o verduras? —Inquirió curiosa, maravillada ante la posibilidad de que algo así fuese posible. Aún no se acostumbraba a estar rodeada de personas con poderes tan particulares. Mientras esperaba su llegada había juntado algunas flores, así que mientras esperaba su respuesta comenzó a armar una corona con ellas o al menos intentarlo. (2/2)
Una rato tranquila, era todo lo que necesitaba. La semana había sido muy dura, pero lo que en realidad había drenado sus energías por completo eran las peleas internas en su cabaña. La discusión entre dos de sus hermano se había tornado tan seria, que los integrantes de la casa habían comenzado a elegir equipos e incluso discutían en favor de sus "capitanes". La joven consideraba que no era más que un ridículo malentendido llevado al extremo y ya fuera de sus cabales con la paciencia extinta, amenazó con quitarle la visión a cualquiera que mencionase el asunto en frente de ella. Irónico que los hijos de la diosa que enviaba mensajes a otros tuviesen problemas para comunicarse.
Preparó su canasta con algunas frutas, bebidas frescas y un mantel para colocar en el suelo; el día no podía ser mejor para hacer un picnic. Hacía un rato se había cruzado con Eiffel y debido a que no habían podido hablar mucho durante la semana, decidieron merendar juntas para ponerse al día. (1/2)
