shinigami negro
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ReinaMorgana · F
**La tarde caía con sus colores escarlata difuminados en el vasto firmamento, los céfiros jugueteaban con las plumas azulinas que llevaba en su hombro izquierdo y con su flequillo que adornaba su nívea frente. Caminaba sigilosamente y despacio en la rivera de un río que tomaba como suyo el color de los cielos, gustaba tanto de su melodiosa sinfonía por alguna razón ella adoraba estar en la rivera de los ríos.
Al largo rato de andar vió a un venado que acercaba su hocico a la fuente para tomar de ella, pero al tenerle cerca se dio cuenta que ese animal no era normal sus ojos se tornaban rojos y sus chillidos eran desgarradores, el animal se escapaba en cuanto la fémina se le acercaba, entonces optó por descubrir lo que había detrás de aquel extraño animal. Afirmó su mano a su báculo adornado de plumas y de sus purpúreos labios salían conjuros de idiomas extraños y complejos hasta que dicho báculo comenzó a resplandecer con una luz rojiza que era enviada hacia el animal, al instante el salvaje se fue difuminando poco a poco como cuando el humo se va difuminando en el ambiente; estaba claro que le estaban espiando.
Ya no le sorprendía pues su hermana utilizaba tan estúpidas advertencias, por lo que siguió en su andar con una faz inexpresiva, solamente se dejaba llevar por dónde el afluente le enviara pues es común que hallan pueblos cerca de ellos. Sus pasos quedaban marcados en la arena blanquecina, pero fueron interrumpidos para sentarse y apreciar al astro que en las montañas se ocultaba. Su cuerpo curvilíneo se veía seductor por la escasa indumentaria que le cubría, sólo constaba de una capucha púrpura que ocultaba parte de su abdomen, una falda de cuero negro con colgantes del mismo material y color, sus torneadas piernas tenían vendajes de oscuro color, en su hombro izquierdo llevaba un tocado de plumas azulinas y en su níveo cuello portaba dos collares de sumo poder uno de blancas perlas y el otro de oro con incrustaciones de gemas.
La pelinegra esbozó una sonrisa cuando a sus dorados orbes llegó el final del atardecer, tal vez con la oscuridad se veía algún poblado por el cual iniciar su búsqueda, por lo que se quedó apoyada en sus manos que eran protegidas por mitones que llegaban hasta la primera articulación de sus falanges, esperando a que terminara de anochecer.**
Al largo rato de andar vió a un venado que acercaba su hocico a la fuente para tomar de ella, pero al tenerle cerca se dio cuenta que ese animal no era normal sus ojos se tornaban rojos y sus chillidos eran desgarradores, el animal se escapaba en cuanto la fémina se le acercaba, entonces optó por descubrir lo que había detrás de aquel extraño animal. Afirmó su mano a su báculo adornado de plumas y de sus purpúreos labios salían conjuros de idiomas extraños y complejos hasta que dicho báculo comenzó a resplandecer con una luz rojiza que era enviada hacia el animal, al instante el salvaje se fue difuminando poco a poco como cuando el humo se va difuminando en el ambiente; estaba claro que le estaban espiando.
Ya no le sorprendía pues su hermana utilizaba tan estúpidas advertencias, por lo que siguió en su andar con una faz inexpresiva, solamente se dejaba llevar por dónde el afluente le enviara pues es común que hallan pueblos cerca de ellos. Sus pasos quedaban marcados en la arena blanquecina, pero fueron interrumpidos para sentarse y apreciar al astro que en las montañas se ocultaba. Su cuerpo curvilíneo se veía seductor por la escasa indumentaria que le cubría, sólo constaba de una capucha púrpura que ocultaba parte de su abdomen, una falda de cuero negro con colgantes del mismo material y color, sus torneadas piernas tenían vendajes de oscuro color, en su hombro izquierdo llevaba un tocado de plumas azulinas y en su níveo cuello portaba dos collares de sumo poder uno de blancas perlas y el otro de oro con incrustaciones de gemas.
La pelinegra esbozó una sonrisa cuando a sus dorados orbes llegó el final del atardecer, tal vez con la oscuridad se veía algún poblado por el cual iniciar su búsqueda, por lo que se quedó apoyada en sus manos que eran protegidas por mitones que llegaban hasta la primera articulación de sus falanges, esperando a que terminara de anochecer.**
R/Off: hola mil disculpas por no responder antes con una sincera sonrisa que no hay emoticono que la represente
rossmalkaviantm · F
Hola :3
~*Sonreí Dulcemente
~*Sonreí Dulcemente