@Robin Hood: Tks... Estas demente Robin. -Fastidia retoma su camino a la derecha dejando ahí al hombre encapachado. Sin antes ver de reojo a este una vez mas.-
Un día te van a matar por molestar así a los demás.
— Es la mejor forma a la que puedo recurrir para que te cuides. Para un samurái la katana es prácticamente su alma, así que si te amenazo con quitártela si no te cuidas de seguro te lo pensarás. — El arquero sonrió de manera despreocupada, aun cuando la legendaria guerrera lo miraba de esa forma. Después de todo, no era la primera vez que ponía en tensión a alguien digno de temer, ni tampoco sería la última.
@Robin Hood: ¿Robar mi katana? Estas demente verdad... o quieres morir verdad. -Alza la mirada con el gesto fruncido de la evidente irritación que dio ese comentario fuera de lugar.-
— Pues cuando vayas a pelear te quitas las que sobren. Pero mientras no estás en combate, estarás muy bien abrigada y cuidarás de tu salud. No me hagas tener que robarte la katana en cuanto estés distraída. — Se cruzó de brazos, mostrando una conducta firme. Acostumbrado a lidiar con niñas caprichosas como Ibaraki o Elizabeth, sabía cómo no dar el brazo a torcer.
@Robin Hood: -La poca empatia en la rubia era mas que evidente, con un suspiro desvía la mirada a su izquierda- Llevar tantas prendas limita mis movimientos.
— Claro que hay algo peor. La tuberculosis acompañada de un fuerte resfriado o una gripe agravada. — Frunció un poco los labios, empleando el mismo tono que se usaría con una niña a la que se le regañaba. Seguidamente se despojó de su capa y tapó con ésta a la rubia.
