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-Privado.-
 
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OkamiPrototype · 100+, M
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Tras ese recuerdo en su mente, Okami soltó un suspiro para luego mirar a una de las estrellas. —Y si, tan solo te hubiera podido proteger, aún seguirías molestándome Matamune...— Tras decir eso, de su kimono sacaría un dulce el cual comería aún con la mirada hacia las estrellas.

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Fin prólogo, los cuentos de Okami - La aventura de una mente perdida.
OkamiPrototype · 100+, M
Pasaron la noche platicando, tanto que ni cuenta se dieron cuando se hizo de día y cuando los primeros rayos de sol tocaron al pelinegro este dejó salir un bostezo y se estiró lo suficiente. —En fin Okami, como dije antes, soy Matamune, soy un Yokai, y tengo que pelear lo suficiente para no destruirlo todo, eres el primero que me enfrenta por tanto tiempo. Así que te enseñaré a ser más fuerte, para empezar deja esa bokken te daré un arma de verdad. Te enseñaré el estilo del zorro y a cambio de que vivas aquí, trabajarás conmigo. Tendremos que dar el equilibrio a la anciana que tanto busca. ¿Aceptas?—

El peliplata soltó un suspiro al escuchar aquella explicación, a lo que solo dijo en un tono pesado y algo molesto. —Si no acepto, estoy seguro que me intentarás convencer o pelearemos de nuevo... Así que haré las cosas cortas, si.—

—Veo que el intercambio de golpes nos hizo conocernos mejor.— Se reiría Matamune de manera feliz al
OkamiPrototype · 100+, M
—¿Acaso te dije que te fueras? Vamos tenemos que platicar, cuéntame de ti pelos de anciano.— Se expresó el dueño de la casa quien tomó el hombro de Okami para invitarlo a la casa de nueva cuenta.

—Soy Okami.— Replicó antes de que le volviera a llamar así aquel sujeto, ese apodo realmente no le gustó.

—Claro, claro, anciano, vamos ¿encontraste donde guardo los dulces o te has perdido del manjar de la vida?—

Ambos entraron a la casa y el dueño se dispuso a sacar unos dulces para darle la mitad al peliplata y él comer la otra mitad con una sonrisa en los labios le diría en un tono serio. —Eres fuerte, pero... ¿Por qué te contenías? Pude sentir como me golpeabas pero no con una intención asesina.—
OkamiPrototype · 100+, M
Una risa sonó en el lugar, provenían del que estaba siendo sometido, era una carcajada sincera, le había causado risa las palabras del albino. Quien no comprendía el motivo de aquella risa tan sonora. —¿Qué es tan gracioso?—

Se preguntó rascándose una mejilla parpadeando un par de veces mientras que se quedaba esperando la respuesta de aquel sujeto. Quien dejó de reír para así negar con la cabeza retomando la compostura. —Había escuchado de un sujeto fuerte que entró a mi casa hace tiempo, pero vamos eres más divertido de lo que imaginé, yo soy Matamune, y estás en lo correcto, no soy un humano. Pero vamos dentro, estás sangrando mucho, aunque no veo dolor, ¿Tampoco eres humano?.—

Limitó a no contestar, se quitó de aquel sujeto para así ir por sus cosas, tenía que irse del lugar, había atacado al dueño y no tenía derecho a permanecer ahí. —Yo, lo siento.—
OkamiPrototype · 100+, M
En el rostro del extraño se podía ver una sonrisa de satisfacción, mientras que en el de Okami se veía duda, incluso intriga del porque estaban peleando, pero no había marcha atrás, tenía que terminar con él antes de que su energía llegara a cero.

—Vamos, eres el primero que me ocasiona esta diversión, si soportas un poco más seré tu amigo.— Esas palabras vinieron por parte del desconocido, pero sin dejar que le respondieran, se lanzó al ataque de nuevo, dando una estocada en el hombro del albino. Quien estaba cansado de esa pelea sin sentido, por lo que tomó el rostro de su adversario y lo empujó contra el suelo para terminar colocando su espada de madera en el cuello del mismo.

—¿Mi amigo?—
Preguntó al tener en control aquel combate. —No sé que es eso. Pero estoy cansado de esta pelea sin sentido, no eres humano, no muestras el calor que los habitantes de la aldea. Repetiré... ¿Qué eres?—
OkamiPrototype · 100+, M
—¿Qué eres?— Fue lo primero que salió de la boca del peliblanco quien ya tenía la mano en el mango de aquel bokken. Esperando a que le contestara lo más rápido, y si se movía de manera incorrecta este no dudaría en pelear sin pensarlo.

El otro joven abrió los ojos de sorpresa por un segundo y su sonrisa se hizo más afilada a lo que sin dudar ni un segundo sacó su katana que se encontraba en su cintura buscando asestar un golpe en el cuerpo del albino este dejaría que le cortara, no era importante mantenerse a salvo, solo debía terminar con aquel sujeto lo más pronto, por lo que dejó que ese ser cortara parte del abdomen de Okami.

Por otro lado Okami lanzaría un golpe con el puño hacia el rostro del extraño para alejarlo, y de esa manera se dio el primer intercambio de golpes. A lo que daría inicio de una pelea de más de 8 horas. El viento rugía a gran fuerza al igual que el sonido de los golpes por parte de ambos sujetos.
OkamiPrototype · 100+, M
Okami tomaría las hojas que se encontraban cerca de su hogar, para usarlos como combustible para el fuego, debía prender la fogata y el papel era un excelente iniciador de llama. De esa forma se podía mantener caliente en las tardes y en las noches cuando comenzaba correr el viento a gran velocidad.

Unos pasos alertaron al peliplata, quien sin dudar agudizó su mirada hacia la entrada, donde en la parte inferior se podían ver una sombra, a lo que tomaría aquella espada de madera, esperando escuchar a que abrieran la puerta en caso de ser los dueños. Pero para su sorpresa tocaron la puerta, así que sin más se dispuso de abrir la misma con una mano, viendo de esa forma a un joven de cabellos negros, con el cabello corto y una sonrisa bastante amable.
OkamiPrototype · 100+, M
Pasaron dos meses desde que logró encontrar un lugar en el cual vivir, era una casa abandonada, pero se veía que era casa de algún señor con dinero ya que era más bien una casa de vacaciones. Amueblada con cosas básicas, una sala y unas cuantas camas, las cuales no usaba, él dormía sentado, abrazando aquella espada de madera que sujetaba en su cintura. Siempre listo por si alguien quería entrar o si algún animal salvaje irrumpía.

Hojas de papel volaban como basura por los caminos, también habían muchas de las mismas en el río, todas llevaban un mensaje en color rojo "Alerta, se rumorea que el asesino conocido como El señor de las colas se encuentra en las cercanías. Se aconseja no abrir la puerta a desconocidos."
OkamiPrototype · 100+, M
Al sentir como su cuerpo era golpeado con la brisa fría del lugar y la humedad aún estaba en su cuerpo, dejó salir un suspiro seguido de un estornudo. Eso provocaría que su nariz se enrojeciera y sacudiera su rostro hacia los lados. —Me activó, Kuro-sama, viviré en esta época para comprenderme a mi mismo... Si lo logro, entonces... Volveré a dormir.— Se dijo a sí mismo esperando que esas palabras llegaran a los oídos del joven amo que lo llevó a esa época.

Se sentía un poco raro, las ropas eran pesadas, tanto por que estaban mojadas como porque eran largas. Pero sin más comenzó a caminar por la orilla del río buscando alguna casa en la cual pueda dar algún tipo de servicio con tal de poder vivir en ese lugar y entenderse a sí mismo.
OkamiPrototype · 100+, M
Estando en aquella habitación contemplando las estrellas varias imágenes provenían a su cabeza, entre ellas las de la vida pasada, antes de que él decidiera ser parte del último escudo de la familia en caso de que algo pasara.
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Húmedo, frío, oscuro, esas palabras describían a la perfección el lugar en donde se encontraba. El eco de varias gotas resonaban en ese sitio, sus ojos rojizos expedían un pequeño brillo, lo suficiente como para poder alumbrar su camino, la cantidad de energía dentro de él sobrepasaba el 70%, por lo que al salir, se encontraría con un rayo de luz, el cual traspasaba una cascada, sin más recibió aquel golpe de agua que provenía de arriba hasta terminar completamente empapado.

Saldría de la cascada de un salto, hasta llegar a una de las orillas, su cuerpo se estaba acostumbrando al estar en activo. apretaría y soltaría su puño izquierdo hasta acostumbrarse.

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