Su cuerpo se acomodó a sus anchas sobre el sofá, llevando su brazo diestro a descansar sobre el respaldo del mueble así como el otro sobre el descansa-brazos, alzó una ceja, dando un pequeño manotazo a la caja para hacerla a un lado aunque una sonrisa confiada se notaba en su rostro.

—Suena a una estupidez..—dijo con su voz burlona y condescendiente. — Pero no perderé nunca contra idiota, juguemos.

Besos apasionados pero dulces por el chocolate fueron compartidos entre ambos, su labio inferior se enrojecio ante la mordida a lo cual ella tuvo que masajear para calmar ese delicioso dolor

—¡es una competencia! Se supone que cada uno muerde su mitad del pocky pero si dejamos caer del dulce o lo rompemos..es una pérdida total de quien lo rompe — era usual ya usar las piernas del chico para sentarse, se acomodo poniendo la caja de pockys en la cara

Aquel beso terminó con una mordida ligeramente brusca al labio inferior ajeno para luego, sin soltarle de la cintura sonreír ladino.

—¿Entonces como se juega? Explícame. —replicó arrogante mientras la arrastraba con él hacia el sofá.

—Pero asi no se juega esto.

Replico quejandose de no poder utilizar el pocky, hasta alzo un poquito la cajita para reclamar pero le agradaba muchisimo el calor de su cuerpo y como sus bocas comian una de la otra con ese pequeño sabor a chocolate dejado por haber comido unos pockys antes.

—No necesitas tantas excusas para besarme.

La tomó por la cintura y la apegó a su cuerpo para robarle un profundo y apasionado beso luego de quitarle aquel pequeño dulce de los labios con su diestra.