-Le dolía la cabeza y el cuerpo entero, la fiebre lo tenía mareado y de paso la presencia de Vincent hacía que el ambiente se sintiera pesado, pese a ello no tenía fuerzas para pedirle que se fuera y luego lidiar con los berrinches que ello provocaría, así que simplemente se aclaró la garganta- Estoy bien, ninguno de los dos tiene que preocuparse... es solo un resfriado Vincent.

-Por supuesto la apariencia debilitada de Gilbert no ayudaría a que le creyeran, así que hizo amague de ponerse de pie, con el fin de probarles que se sentía perfectamente bien- Y de todos modos, no hay responsables en esto, Oz, no tienes que tomar culpas que no te corresponden.

Sintió la culpabilidad, pero antes de que él pudiera objetar se encontraba enrollado en la gabardina de Gil y en el abrigo de Alice obstruido de sus extremidades ya que Alicia lo había sujetado de manera tal con su energía desmedida.
— Es algo curioso... pero es mi culpa, Vincent. Él intentaba cuidarme y me ofreció su gabardina. Así que permite que sea yo quien se responsabilice de esto. —
Un tenue escalofrío le recurrió las vértebras. Se anidó hasta su cuello y con esto dió pie a una expresión preocupada, le dedicó una mirada a su amigo, ni aún si le sonreía podría deslindar lo de lo que había pasado. Por otro lado, en la esquina de la habitación en un sofá la afamada chica del conejo negro yacía dormida. Ella parecía no ser afectada por la lluvia del día de ayer.

-Tuvo que aguantarse las ganas de tomar un muñeco de felpa y encajarle sus tijeras sin piedad alguna hasta que el algodón en su interior brotara como lo harían ríos de sangre. Por más que Vincent procuraba no manifestar esa necesidad, o bien, desahogo, a veces la sonrisa trémula en sus labios terminaba por traicionarlo pero nada que un par de gestos amigables no pudiesen corregir.-



No creo que esa sea la solución, Oz-kun. - Dijo con aparente serenidad. Estacionó la mano derecha sobre la frente de su hermano, emocionándose vagamente por el contacto y, a su vez, deformando la sonrisa en un gesto de preocupación.-

Lo mejor será llevarlo a la enfermería. Me provoca curiosidad… ¿Cómo es que Gil terminó así?

— ¿Eh? ¡Vincent! —
Exclamó sorpresivo, su mano continuaba en la frente de su amigo, pues hace unos segundos estaba preocupado por su excesivo esfuerzo en un enfrentamiento donde tuvo que prestarle su sacó, Alice también imitó esa acción y quedó inmóvil y arropado mientras la lluvia estaba cubriendo a ambos. Pensó en cuán desconsiderado fue de su parte no frenarlos a ambos sino hasta que ya era tarde.
— Etto.. estaba por aumentar la calefacción de la habitación, ¿Ne, Gil?
Vincent ha venido a cuidar de ti. —

-Qué ansiedad ver la sucia mano de Oz tocando la PERFECTA piel de su hermano. En salud o enfermedad, Gilbert lucía estupendo, radiante, pero sí le preocupaba que tuviese fiebre.-

Hah… ¿Necesitas ayuda, Oz-kun? Puedo cuidar a Nii’sama por ti.