-Se puso a dar maromas y vueltas en espera de que eso ayudara-

-Aún con sus esfuerzos, ella seguía llorando desconsoladamente, ni si quiera ella misma entendía como era que se había puesto tan sentimental con algo tan simple. -

-Ella parecio entrar en panico ¿Se habia asustado? ¿Acaso ella daba miedo? No entendia pero movia sus brazos en señal de que todo estaba bien-

¿Uh?. - cuando ella dejó las palmaditas sobre su cabeza, los ojos d ela peliazul se pusieron llorosos hasta que las lágrímas empezarón a caer por si solas. No le había dolido el "golpe" ni mucho menos, unicamente, estaba enternecida por el gesto de esa chica extraña, hacia tiempo que nadie era amable con ella. —

-Nota que sus palabras son honestas y camina hacia ella dejando una pequeñas palmaditas en su cabeza- Ghh!!

No pienso... lastimarte... pero no me acercaré si te incomodo... - una ligera presión se sentía en su pecho, y al mismo tiempo, su respiración empezaba a agitarse por la anciedad. - Lo siento... no es mi intención...

-Niega ligeramente aunque sus pasos se alejan un poco, no estaba acostumbrada a tener gente a su alrrededor- Ghhh...

¿Uh?, ¿Pasa algo? - ella extendió el brazo derecho hacía la curiosa chica de ojos rosados, más a medio camino regresó su mano, agachando un poco su cabeza. ¿Acaso te... molesto?.

-Su cabeza se mueve hacia un lado por la presencia de la extraña-

Te ves bonita..., ¿Quién eres?.