Entrecerró los ojos e hizo una mueca de sonrisa a medio labio, volviendo a tomar la copa hasta que terminó el contenido.

— Es una lástima. Lo veré en otro momento, Nytric. Quizás el asunto que tenia que dialogar con usted pueda... Esperar. Ya que... Parece ser que la señorita necesita de usted y algunas personas les encanta meterse en conversaciones ajenas.

Elegantemente bajó del banquillo, dejó unos cuantos billetes sobre la barra y procedió a retirarse del lugar, más no sin antes chasquear sus dedos, lanzando una pequeña chispa de fuego por los aires que se convirtió en una tarjetita con un número y nombre que cayó frente a Nytric. El nombre que venia en la tarjeta decía: Dra. Mía Alanna Jaegerblack Strump.

—Dado en qué se olvidaron de su presencia imitó un gesto simple y sencillo que los humanos usaban comúnmente "estirarse" mientras otro bartender hacia el cambió de turno el aprovecho aquello para dirigirse hacia los vestidores, pues claro como su labor era servir bebidas complació a Viviana dándole el jugo de naranja que le pidió hace minutos atrás — disfruten de su bebida vuelvan pronto

Elevó una de sus cejas al escuchar a la chica y dejó su trago sobre la barra. Una vez más volteó a verla y liberó de su boca un pesado resoplido.

— ¿Y qué acaso no puede presentarse él? ¿Acaso es tonto o mudo? ¿Necesita traductora?

Inquirió en un tono serio y ofensivo. Algo que destacaba a Alanna es que tenía el caracter similar al de su padre, al menos cuando se hastiaba o molestaba, ya que fuera de ello era bastante tranquila, más ya había llegado al punto de incomodidad, ya que no le gustaba que interrumpieran sus conversaciones ni tampoco que las personas hablaran por los demás.

— Mi padre siempre ha dicho que uno no necesita nombres que no han preguntado. Pero mi madre siempre me repite que debo ser amable. Hay un debate en mi cabeza. ¿Por qué no desaparece, señorita? Quiero beber mi trago tranquilamente.

A cada momento siguió con la mirada al chico, desde que se retiró y volvió con la freza la cual escarchó en azúcar. Apenas y una silueta de sonrisa se formó sobre sus labios y tomó el palillo con la fresa, poniéndola dentro del cocktail.

— Muchas gracias, eres muy amable.

Tomó la copa entre sus dedos y volteó a ver a la chica al sentir la inusual presencia de esta y las palabras que le había dedicado.

Se encogió de hombros y no le respondió, al menos no de principio pues primero le dio un trago a la bebida. Posterior a ello, giró un poco la cabeza, mirando a la chica con serenidad.

— No sé a que se refiera, señorita, el chico ha sido muy amable y no ha presentado... "Fallas". Solo es una distracción, además, él no sabia que no me gusta mezclar lo salado con lo dulce.

Viviana siempre estaba en una área privada cuando su hermano trabajaba, pero eso no quería decir que no escuchara o estuviera al corriente de las presencias que rondaban por el bar. Siendo de esta manera que al sentir un leve "tick" interno se levanto de su asiendo disculparse con un ademan con el contratista con el que estaba reunida, para acarearse a la barra.

── Espero no interrumpir algo importante, pero pido

disculpas si es de este modo. Nytric serias amable de darme un jugo de zanahoria y naranja por favor. ─ Por otro lado y volteando a ver a la chica en la barra. ── Si mi prototype ha tenido fallas perdona no lo he recargado el día de hoy pero estoy segura que estas complacida con tu martini una ves lo pruebes.

Disculpe mi ignorancia llevo años que no preparo está inusual bebida.—le sonrió amablemente mientras sujetaba la aceituna para dejarla a un lado ya que este no ingeria nada de alimento, se dió la vuelta para buscar una de las frutas que le menciono hace unos Instantes así que sujeto la fresa y la pinchi con un pequeño palillo de madera, cubriendo está con azúcar una vez hecho eso volvió a darse la vuelta para extendersela a la contraria.— cortesía de la casa

Miró con atención la bebida y levantó una ceja. — El martini de arándanos no lleva aceitunas, ya que es una bebida semi dulce. Podrías acompañarla con cerezas, fresas o arándanos frescos. — Tomó la copa y le quitó las aceitunas y se las ofreció al bartender para que las comiera. — Te las obsequio.

—Observo a la joven y le sonrió amablemente, buscándo los ingredientes para hacer la orden que le pidió dejando el cigarrillo a un lado lavo bien su coctelera y empezó a preparar la bebida hasta depositar todo su contenido en una copa, acompañada con hielo y almenos aceitunas como decoración — martini de arándanos para usted señorita espero que le guste